31 agosto 2005

WITHIN TEMPTATION

4 de Marzo de 2004. Sala Macumba
Diario del Capitán Pinkiller:
Fecha: Hoy mismo.
Hora: No tengo.
Lugar: Mi cama....espera, ¡Coño!, ¡Esto no es mi cama!

Aquella vez, cuando desperté, mi cuerpo despedía humedad en demasía y había algo más de luz de lo normal. Unos focos, apuntaban a mi desfigurada cara y el sonido de unas cercanas risas de lo que me pareció reconocer como 2 jóvenes melenudos, me hizo comenzar a sospechar, que no me encontraba en mi punto de reposo habitual. Mi baja espalda y su continuación, donde vosotros lleváis el culo, (que yo ahí, llevo el reloj), se encontraba encajada sobre algo frío y con forma semielíptica....¡Ostias, si esto es un urinario! ¡Unos servicios! ¡Una Disco! ¡Malditos Amos!, ¡ya me habían vuelto a colar somníferos en el Cola Cao con galletitas de media tarde! Mas allá de las paredes y los olores del WC, se escuchaba bullicio.
Cuando pude desencajarme, encontré, en mi mojado bolsillo, (de Odín sabe qué), los restos de lo que parecía una nota escrita de un puño y letra totalmente reconocible, (sobre todo el puño), la cuál recitaba: "Viernes 4 de Marzo, 21.00 horas, Sala Macumba, Within Temptation". Miré hacia atrás para verme la hora y...¡Pero si son las 21.20!. Corrí escaleras arriba y allí pude ver como una Sala prácticamente completa esperaba que el sexteto comenzará su show. Por suerte, ellos llegaban mas tarde que yo. Con la multitud algo nerviosa y con las 10 de la noche acercándose, comenzó a sonar la intro de su nuevo trabajo, "The Silent Force" y en el momento justo en el que comenzaba el primer tema, "See Who I Am", (y como debía ocurrir), el telón que cubría el escenario, cayó y la banda comenzó su espectáculo.
La formación habitual: Robert Westerholt y Ruud Jolie a las guitarras; Martin Spierenburg a los teclados; Ruud Jolie al bajo; Stephen Van Haestregt a la batería y por supuesto Sharon den Adel a las "angelicales" voces. En el escenario, una megapantalla central donde se podían ver increíbles documentales de narutaleza de "La 2"; En los laterales, 2 estatuas aladas y una impresionante columna con grabados, que junto a algún arreglo de piedra y vegetación, convertía el lugar en un paraje, que bien parecía rescatado, de cualquier bosque imaginario descrito en un cuento de hadas. Bueno a lo mejor me he pasado un poco, pero es que cuando me lanzo.... Bueno, el caso es que los Within comenzaron a desgranar lo que es, su nuevo trabajo y al corte antes comentado le siguieron "Jillian, (I´d Give My heart)", "Angels" "Forsaken" o "Pale".
El sonido, de los mejores que he escuchado en aquella sala y la calidez de la voz de Sharon, en ocasiones, empujaba a parte mi vello a tomar la dureza de la escarpia. Y llegó uno de los momentos mas esperados de la noche, la canción con la cuál mas de la mitad de la sala que allí habitaba, conoció al grupo en cuestión, "Stand My Ground", y justo en el momento del estribillo con el público totalmente entregado.....¡Plufff!, toda la línea de sonido se vino abajo, (supongo que el cable ese con el que me enganché no tuvo nada que ver), creando la sorpresa en toda la sala, sobre todo a ellos. Por suerte Westerholt, amenizó aquellos momentos de extremo silencio con su mas que suficiente buen castellano. Restablecido el problema, la banda descargó , además de "Aquarius" o "Memories", (su segundo single), cortes de sus anteriores trabajos como "Caged", "Deceiver Of Fools", "Our Farewell", "Mother Earth", "The Other Half" o "Running Up That Hill", (versión de Kate Bush), entre otros, para acabar con la espectacular "Ice Queen". En definitiva, buen sonido, gran show y 1h.40 de concierto, que dejó a un público totalmente entregado y más que contento. Poco después, la gente circulaba hacia la salida, y yo, me encontraba allí, solo y en libertad, con una ciudad para mi disfrute. Pero claro las cosas eran demasiado fáciles. De repente, fui sobrecogido por 2 armarios roperos, que me llevaban en volandas hacía un lugar bien sabido y poco deseado. Joder! Que caras, estos tampoco son de la tierra!
Se despide, hasta la próxima, el zarandeado del...
Capitán Pinkiller