MEGADETH / DIAMOND HEAD
Pero vamos desde el principio. Otro de los alicientes de la velada venía de la mano del grupo invitado para la ocasión, una formación de culto dentro de la escena metálica europea y de la NWOBHM en particular, los británicos DIAMOND HEAD. El quinteto, del que debo reconocer apenas tenía referencias aparte de las versiones que en su momento hicieron Metallica de algunos de sus temas, me sorprendió muy gratamente. En primer lugar me llamó la atención la juventud de sus miembros, teniendo en cuenta que la banda empezó su andadura a finales de los 70’s, pero claro, tenía truco. De la formación original sólo permanece en su seno el guitarrista Brian Tatler, y en la actualidad el resto de los músicos son el vocalista Nik Tart, el batería Carl Wilcox, el bajista Eddie Moohan, y el segundo guitarrista Mills. En cuanto al show en sí, empezar diciendo que me sorprendió por lo contundente, pero a su vez por lo melódico en el apartado de vocal, con Tart sonando a voces más cercanas al hard rock como la de un Mike Tramp en su versión más dura y muy bien rodeado por los coros del resto del grupo. Las guitarras de Tatler y Mills tenían las dosis justas de limpieza y agresividad, muy a lo Motörhead por momentos, y con una base contundente y acelerada. El sonido del que gozaron fue bastante bueno en general, mejor incluso en algunos momentos que el de Megadeth, y la gente que ya empezaba a llenar Macumba correspondió cariñosamente a la generosa entrega de la banda sobre las tablas. De los temas los que más me llamaron la atención fueron la frenética inicial "It’s Electric" (aunque la vi empezada, ya que se adelantaron cuarto de hora en el horario previsto), la pegadiza y machacona "Mine All Mine" y por supuesto las dos que conocía y que versionearon Hetfield y compañía en su momento, "Helpless" que me pareció más aburrida de lo que la recordaba, y el trallazo final "Am I Evil" que está sí me convenció mucho con el público volcado. Buen aperitivo.

Tras un rato, no demasiado largo de cambio de equipo, aparecieron en escena MEGADETH. Era la primera vez que tenía la ocasión de verles en directo, aunque parezca increíble, y la verdad es que me gustaron, pero me esperaba más. Seguramente contribuyó a mi relativo desencanto el hecho de que único elemento reconocible de la banda sigue siendo Dave Mustaine, que no es poco, pero no ver ni a Nick Menza, ni a Dave Ellefson, ni a ninguno de los grandes guitarristas (Chris Polland, Marty Friedman, Al Pitrelli) que han formado parte del grupo a lo largo de su carrera, se me hacía raro y me dejó un poco frío en primera instancia. Pero con el paso de los temas los tres individuos que acompañan a Mustaine últimamente me convencieron bastante, sobre todo el batería Shawn Drover que mostró una gran pegada, muy técnica y contundente, además de exhibir un espectacular kit de su instrumento. Tampoco lo hizo mal su hermano Glen, encargado de compartir tareas de guitarra junto a Dave, y aunque creo que le faltó brillantez en alguno de los solos cumplió bastante bien. Más flojo me pareció el bajista James MacDonough, que cubrió el expediente con su bajo y destacó más ayudando a un afónico Mustaine en las voces. Porque sí, Mustaine estaba afónico, algo que se encargo de hacernos notar en cuanto pasó la bola de ruido que fueron los tres primeros temas del set, sobre todo la inicial "Blackmail the Universe" que se inició al igual que en su último disco con una intro grabada de un locutor de noticias que apenas dejaba apreciarse la delicada voz de Mustaine, y que además se saturaba en exceso sobre la música del grupo. El sonido empezó a solucionarse a partir de "The Scorpion", otro de los temas nuevos que ya sonó bastante mejor, a pesar de que la voz seguía sin estar para muchos trotes. "Something I’m Not" y "Angry Again" fueron de las que más me convencieron y donde la gente siguió entregándose a tope como en todo el concierto. Se relajó un poco el ambiente con "A Tout Le Monde", única que incluyeron de "Youthtanasia", y que fue coreada masivamente quedando realmente bien. La cosa siguió acelerada con clásicos indispensables como "Tornado of Souls", "Hangar 18", "Sweating Bullets" o la imprescindible "Symphony of Destruction" que me encantó con el suelo moviéndose literalmente por los botes de la audiencia, mezcladas con nuevas incorporaciones de su último trabajo "The System Has Failed", con especial mención para la rabiosa "Kick The Chair" y para "Back In The Day" en mi opinión la mejor disco, y en la que se subieron a acompañar a Megadeth los chicos de Diamond Head con técnicos y roadies incluidos, al más puro estilo Anthrax, desparramando a lo largo y ancho del escenario. Eso sí, Mustaine parado con su flying frente al micro sacando adelante el tema mientras algunos de los "invitados" se dedicaban a hacerle reverencias mientras ejecutaba el solo. La fama de seco y arisco del frontman de Megadeth es más que conocida, pero en esta ocasión, gestos con su dedo corazón aparte, se mostró comunicativo y agradecido con el público madrileño, que a su vez consideramos muy positivamente el esfuerzo que estaba realizando con su perjudicada voz y la entrega que puso para realizar el concierto, a cada uno lo suyo. El final vino con "Peace Sells..." que también me convenció bastante, al igual que la frenética "Holy Wars" el bis que puso cierre a una actuación sin apenas descanso. Pudimos comprobar que el nombre de Megadeth sigue estando muy presente en los fans españoles, y de fuera de nuestro país (japoneses, británicos, sudamericanos entre otros estaban en el concierto), y que a pesar de todos sus defectos y dificultades Mustaine es un tío muy profesional y que sabe sacar adelante sus proyectos. Aunque algunos echemos de menos tiempos pasados.
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