31 agosto 2005

KREATOR / DARK TRANQUILITY / EKTOMORF / HATESPHERE

12 de febrero de 2004. Sala Aqualung
No puedo evitar, cuando acudo a un gran concierto, y veo en los alrededores ese clásico desfile de camisetas, tachuelas y cuero, sentir una pequeña punzada de orgullo. Han pasado muchos años, han pasado muchas modas, pero ahí seguimos. Los legendarios sonidos de los setenta y los ochenta, siguen vigentes. Sirven de apoyo para que el metal se desarrolle y evolucione. Este evento en Aqualung era un buen momento para tomarle el pulso a todas esas nuevas vertientes del Metal actual, y, de paso ver como mantiene el tipo un clásico como Kreator.
Aunque el comienzo del concierto estaba pensado para las 19:00, a esta hora la primera banda ya estaba sobre el escenario por lo que me perdí las primeras dos canciones. Y no eran Ektomorf, como estaba anunciado, sino Hatesphere. El sorprendente buen sonido, que se mantuvo a lo largo de las cuatro descargas, nos permitió disfrutar y valorar en condiciones óptimas el trabajo de estos thrashers daneses. Y salieron a darlo todo, con ganas y mucho ímpetu, a pesar de la poca colaboración del público, que ya llenaba media sala (unas 800 personas). Presentaron su E.P. de cuatro temas "The Riffing CD", del que tocaron todas, además de algún tema desconocido para mí, quizás correspondiente a los dos discos editados en su país. Excelente cantante, Jacob Bredahl, que con su voz gutural logró sorprendernos a más de uno. Algunas melodías interesantes y un sonido contundente nos invitan a pensar que quizás estos chicos lleguen lejos.
A las siete y cuarto se despedían Hatesphere y, antes de "y media" ya estaban sobre el escenario Ektomorf. Como Hatesphere y, posteriormente Dark Tranquility, actuaron con un fondo negro detrás. Un ordenador junto a la batería permitía al batera pinchar él mismo las intros, de ambientación árabe / hindú, al modo de su último y tercer trabajo "Destroy". A pesar de que, por lo oído en el disco, esperaba a una banda de death metal, sobre el escenario había más Nu Metal que otra cosa. Cuatro chavales con una imagen muy estudiada, para llamar la atención sobre un público diverso, una coreografía más que ensayada (saltaban y hacían movimientos de una manera sincronizada), pero poca música. A penas utilizaban los mástiles. Los breves y escasos solos de guitarra eran ruido, distorsión sin más, el bajista no utilizaba más de dos notas en la cuerda de arriba, al batería le sobraba todo menos un tambor y un platillo, y la voz era como escuchar una gallina en el matadero (excepto cuando cambiaba para intentar seguir la moda "Slipknot"). La misma canción repetida durante media hora llega a cansar. Todo dicho...
Con Dark Tranquility regresaron las melodías al escenario. Nunca les había escuchado, y debo confesar que no lo hicieron mal... es más estuvieron bien. Los dieciséis años que llevan pateando escenarios deben de servir para algo, esto es: experiencia, una amplia discografía y unos músicos con calidad suficiente para componer e interpretar buenos temas. Los guitarras sabían lo que hacían, intercalando momentos contundentes con punteos acertados, y apoyados por un teclado que creaba canción tras canción ambientaciones góticas. Supieron llamar la atención de un público, que ya abarrotaba la sala y que les conocía mejor que yo. Durante los aproximadamente 45’ que tuvieron, dieron un buen repaso a su oscura discografía y, por supuesto, aprovecharon para presentar su nuevo disco "Character". Me gustaron algunos riffs demoledores, metálicos y pegadizos, y no me gustó su cantante, que a la media hora de estar sobre el escenario parecía estar quedándose sin aire (sus intentos de largos berridos guturales se perdían en el fondo de un hondo pozo). En cualquier caso, excelente metal gótico, con buenos músicos y excelentes composiciones. El mejor tema, el último que interpretaron, aunque mi ignorancia no me permitió reconocer el título. Y es que no se puede saber todo...

A las nueve y diez, se apagaban las luces y comenzaba a sonar la intro que nos preparaba para la descarga de Kreator. Mientras esta sonaba, hace su aparición en su instrumento el batería Jürgen Reil, lo que provoca el delirio de una sala abarrotada de fans deseosos de sentir toda la energía de la banda en directo. Pone en marcha sus baquetas y, a la par que aparece sobre el escenario el resto de la banda, interpretando a tope de revoluciones "Enemy of God", cae el telón negro trasero para que podamos admirar el increíble dibujo que adorna toda la parte trasera del escenario. Absolutamente enorme, tiene en el centro la cabeza del vampiro torturado que aparece en el CD. Se encuentra flanqueada a los lados por dos figuras femeninas, con su misma estética masoquista, que le miran en actitud de adoración ante un ente superior (quizás ese Dios de quien los Kreator son enemigos y, en cuyo nombre, tanto mal se hace en el mundo). Continuaron con "Imposible Brutallity", también de su nuevo trabajo. Empezar con dos temas nuevos da fe de la confianza que tienen en su nuevo disco. En este punto, servidor ya se encuentra luchando entre las primeras filas, donde algunas decenas de fans "bailan / luchan" sin parar provocando que la marea de cabezas vaya en cualquier dirección, sin ningún sentido. Cuando por fin encuentro mi espacio vital que, aunque no sea seguro, me permite confiar en mantenerme a flote, compruebo que mi libreta se ha ido al carajo. Da igual... ahí adelante, los conciertos no son de canciones sino de sentimientos. Mientras suena "Pleasure to Kill" ó "Violent Revolution", la sana agresividad que Mille Petrozza transmite con su voz y sus presentaciones se contagia a una legión de seguidores dispuestos a mover su cabeza hasta partirse el cuello. Me comentan que Mr. Petrozza está especialmente feliz esta noche. Que se mueve más de lo habitual en él. Yo les veo a todos bastante estáticos, pero creo lo que me cuenta alguien que les ha visto unas cuantas veces. Suenan todos los grandes clásicos de la banda ("Extreme Aggression", "Betrayed"). Nos dice lo jodidamente fantásticos que somos en Madrid (ya lo sabíamos, nos lo dicen todos), y no dejan de aparecer en cada nueva presentación, cuando las hay, palabras como violencia, sangre, revolución ó terror... Fueron dos increíbles horas, en las que me dio tiempo a flipar en las primeras filas, disfrutar desde lejos con una cerveza en la mano, donde además se veía mejor y, en definitiva, saborear los sonidos del mejor grupo de Thrash metal clásico de la actualidad. Por cierto, si el sonido era muy bueno con los teloneros, imaginaros cuan increíblemente bien sonaba Kreator. Si os lo perdisteis... lo siento... porque valió la pena.
Carlos Treviño Cobo