31 agosto 2005

FIESTA LOS + MEJORES: ZARPA / XERU / GUITAR MAFIA

Madrid, 22 Diciembre, 2005. Sala Ritmo & Compás.

Qué pena que la primera actuación de la noche tuviera tan poquito público, pero ellos se lo perdieron. GUITAR MAFIA asaltó el escenario de Ritmo & Compás como si estuvieran ante quince mil almas (eso, en otros shows, como el que dieron junto a Pretty Boy Floyd, les valió para dejar a aquellos a la altura del betún). Rock’n’Roll, Glam, Garage, todo lo que quieras en un espectáculo que no decayó en ningún momento y que nos regaló un intenso repaso a sus dos álbumes publicados: “Bienvenido al Mundo Real” y “Generación Suicida”. Balazos musicales cargados de mala leche y buen hacer a partes iguales, temas del calibre de “Niña Diablo”, “Generación Suicida”, “Sentirme Libre” o “Dulce Pussy”, amén de una versión que me trajo recuerdos de otras épocas: “Un día cualquiera en Texas” de Parálisis Permanente. Un show que es ya habitual en los madrileños, o sea, genial, sorprendente y lleno de energía y actitud. Un pedazo de banda que no defraudan sobre las tablas, haya diez mil personas o sólo treinta.

El concierto de XERU fue breve, sólo tocaron siete temas, pero supieron ganarse a un público que, en su mayoría, no los conocía de nada. La clave fue intercalar en momentos muy oportunos un par de versiones que la gente no podía menos que agradecer. Comenzaron con “Fuente de Luz”, de su segunda demo, continuando con “Perro Traidor” de Saratoga. Ya con la peña animada, continuaron con más composiciones de sus dos maquetas, “Dentro de Mí” (una de mis favoritas por lo bien que entra, insisto en lo inteligentes que fueron al elaborar su set), “Gotas de Silencio” y “Riendo en el Dolor”. Antes de que a los asistentes se les ocurriera aburrirse, se vieron sorprendidos nada menos que con “I Want Out” de Helloween. ¿Quién puede resistirse ante un himno así, y más cuando es interpretado de forma tan competente? Como remate final, su canción más comercial, “Cada Concierto”, dejando un gran sabor de boca y habiendo ganado esa noche un puñado de nuevos fans.

Había llegado con Xeru muy justito, exactamente cuando acababan de empezar, por eso no sabía lo que me esperaba cuando apareció la segunda stripper de la noche. Como lo que se estaba celebrando era la fiesta de otra revista, no tuve más remedio que preguntarme cómo no se nos había ocurrido algo así a nosotros.

Pero no tuve mucho rato para pensar en esas minucias. El verdadero aliciente de la velada para la práctica totalidad de los asistentes estaba a punto de hacer aparición. Los legendarios ZARPA, que se encuentran viviendo una segunda juventud, salieron dispuestos a no defraudarnos. No hubo un momento de tregua, fue un concierto de los que pasan los años y no se olvidan. Siempre digo que cuando una banda que toca temas que no conoces consigue que no pares de botar, es sin duda por algo. Creo que muy pocos o ninguno teníamos toda la discografía del grupo, al estar sus primeros trabajos totalmente descatalogados, pero eso no nos impidió disfrutar de esas canciones que, en muchos casos, era la primera vez que oíamos. “J.S. Bach”, “Babilonia la Ramera”, “Cuero y Cadenas”, “No Más Problemas”, “Reacciona”... Feijoo (voz, guitarra y alma) y sus huestes no nos dejaban un momento de respiro, qué ganas y qué energía despedían sobre el escenario y cómo respondíamos chillando y saltando como posesos. Uno de los momentos culminantes fue, naturalmente, “Luchadores de la Paz”. “Las Hordas del Mal”, “Ojo por Ojo”, “Infierno” y “Llega el Castigador” fueron el aperitivo de la apoteosis que despertó “Herederos de un Imperio”. Las palabras sobran. Los once temas que ya llevaban aún nos sabían a poco, así que, ante nuestra insistencia, volvieron con “Fantasmas del Pasado” y “Quién eres Tú”. Alrededor de una hora que se nos hizo cortísima. Hay que decir que los valencianos se marcaron un receso en su propia discografía para atacar un tema de Sable, la también legendaria banda levantina de la que fuera miembro el guitarrista Rafa Játiva. De verdad que no exagero, Zarpa en directo superaron todas nuestras previsiones. Ojalá muy pronto podamos volver a verles en Madrid con mucho más público y tocando el tiempo que se merecen, amén de con un sonido algo menos irregular y saturado que en la presente visita (¡esos técnicos!).
Nacho Jordán / Juanma Martínez