13 septiembre 2005

LORCA ROCK FESTIVAL

IRON MAIDEN / STRYPER / DREAM THEATER / LACUNA COIL / ANGRA / DRAGONFORCE / LEGEN BELTZA
18 de junio de 2005. Huerto De La Rueda. Lorca (Murcia)

Octava edición ya de este festival murciano, que año tras año sigue intentando mejorar y sorprendiéndonos. Y lo cierto es que en cuanto a lo primero y respecto a años anteriores se consiguió a medias, discurriendo la jornada con sus luces (mejor ubicación, más capacidad, mejor escenario) y sus sombras (accesos, zonas verdes? anunciadas, fallos de sonido) respecto a la edición del pasado año. Las sorpresas ya estaban anunciadas con antelación en el cartel, sobre todo de la mano de los americanos Stryper que tocaban por primera vez en España y como única actuación en toda Europa. Con todo esto se presentaba un panorama interesante, con una buena variedad de estilos representados y con nombres absolutamente consagrados junto a otros emergentes en el panorama metalero.
Citaba antes los accesos como una de las sombras de esta edición del Lorca Rock, y ni más ni menos que por las deficiencias en estos, por las inmensas filas que se formaron para acceder al recinto del festival, la mayoría del staff de Alianza desplazado a Lorca no ingresamos en el recinto hasta las cuatro y media de la tarde, cuando ya habían estado sobre las tablas las dos primeras bandas del cartel, los vascos LEGEN BELTZA y los británicos DRAGONFORCE. En cuanto a los primeros muy poquita gente pudo ser testigo de su puesta de largo abriendo fuego, ya que queriendo ser estrictamente puntuales comenzaron a descargar su potente thrash metal cuando casi ni se habían abierto las puertas al público; por lo que nos cuentan cumplieron bastante bien. Dragonforce, ya contaron con más audiencia, aunque no demasiada ya que la multitud aun esperaba en buen número en los aledaños del Huerto De La Rueda para acceder al mismo, y un servidor junto con varios compañeros de viaje pudimos observar sus primeras evoluciones desde la calle viendo la parte trasera del escenario durante un par de temas, y lo cierto es que ganas y energía le echaron al asunto, pero en cuanto a sonido, por las opiniones que pudimos recabar posteriormente, no estuvieron demasiado afortunados.
A los siguientes en comparecer ya teníamos ganas de verlos en plenitud. Por fin accedimos al recinto del festival y esperamos impacientes la salida de los brasileños ANGRA. La banda que sustituyó a última hora a los piratas Running Wild, y que parece que les habían echado algún tipo de maldición. Para empezar comenzaron su actuación con más de media hora de retraso, lo cual teniendo en cuenta que disponían de apenas media hora para desplegar su poderío musical, les dejó el show a medias. Según nos comentó posteriormente su vocalista Edu Falaschi todo se debió a una caída de tensión eléctrica en el escenario que tardaron bastante en solucionar, y como los Maiden no admiten retrasos, o salían a las diez de la noche que era su hora o no salían, así que a recortar el show tocaban. En fin, no creo que porque Angra hubieran tocado cuarto de hora más hubiera pasado nada, pero, quien manda, manda. Aunque la verdad es que ya todo fue degenerando en un sonido muy alejado del que nos tienen acostumbrados Loureiro y compañía, con continuas idas y venidas del mismo y sin la brillantez que les caracteriza. El set quedó reducido a cinco temas, “Spread Your Fire”, “Waiting Silence”, “Acid Rain”, “Nothing To Say” y “Carry On” que nos dejaron a todos con la miel en los labios. Creo que culpar a la banda sería injusto, ya que se entregaron al máximo y dieron todo lo tenían dentro, pero, como dijo aquel “yo no envié a mis naves a luchar contra los elementos”. Una lástima.
Tras la seudo actuación de Angra nos dirigimos a la zona de prensa, conversamos con muchos compañeros y amigos de otros medios, y entre unas cosas y otras se nos echó encima la actuación de los italianos LACUNA COIL con Cristina Scabbia al frente. Apenas pudimos escuchar su bonita voz poniendo el toque femenino al festival rodeada de sus góticos acompañantes en un concierto que para los que lo vivieron plenamente supuso uno de los puntos álgidos del festival. En otra ocasión prometemos prestarles más atención.
Y ahora sí para muchos empezaba el festival de verdad, con las tres bandas que cerraban el evento por todo lo alto. Los primeros del trío de ases fueron DREAM THEATER, una formación que tiene más que acreditada y demostrada su calidad tanto en sus discos como en sus conciertos propios con todo su montaje y estructura audiovisual, pero que encuadrados dentro de un festival, y sin ningún montaje, despertaban las dudas sobre su rendimiento a más de uno, incluido un servidor. Pero nada más lejos de la realidad. En cuanto empezaron a sonar las primeras notas de la rotunda y pegadiza “As I Am” todas las dudas se disiparon. De repente el sonido era fantástico, todo sonaba “gordo” y fuerte, pero en su sitio y nítido como corresponde a un grupo de la calidad del que nos ocupa. Es realmente increíble el grado de compenetración y virtuosismo que han logrado alcanzar estos cinco monstruos, a cual mejor en su parcela, pero además haciendo un show entretenido y lleno de buenos matices, y sudando la gota gorda a esas horas. Fue una gozada, desde recordar al principio “A Fortune In Lies” una de mis favoritas de su primer disco, hasta cerrar con dos obras de arte como “Metrópolis Part 1” y la impresionante “Pull Me Under”, pasando por la majestuosidad de “Under A Glass Moon”, la caña de “Panic Attack” o “Never Enough” y la exhibición instrumental justo en medio de su actuación con cancha para todos y cada uno de los componentes del grupo. Quedarse con uno es ciertamente complicado, pero al igual que me pasó la anterior vez que les vi en La Riviera, me quedo con el guitarrista John Petrucci, que maravillosa lección nos regaló ejecutando con fuerza, maestría, versatilidad y carisma cada una de las notas que salían de sus dedos, pura magia. Tampoco podemos olvidar al resto, muy grandes todos, Jordan Rudess sin parar de parir melodía desde sus teclados, Mike Portnoy pegando con una técnica al alcance de muy pocos baterías, John Myung aporreando o acariciando su enorme bajo según lo requiriera la situación, y James LaBrie que volvió a reafirmarse como un gran cantante de directo y como la voz perfecta para acompañar el torrente de música que mana de sus compañeros, bastó con escuchar el baladón “The Spirit Carries On” para confirmarlo. Un gran concierto, corto para lo que acostumbran a hacer Dream Theater, sin los medios habituales, pero donde la música triunfó por encima de todo.

Y ya caía la noche cuando se apagaron las luces del escenario y empezó a sonar la intro “The Ides Of March”. La locura empezó a apoderarse de Lorca, las más de veinte mil almas presentes se agitaron inmediatamente, IRON MAIDEN estaban allí para llevarnos unos cuantos añitos atrás, y recordarnos sus, para mi, mejores tiempos. Y es que últimamente Harris y compañía se estaban volviendo demasiado pesaditos en sus conciertos, pero con esta gira de repaso de sus cuatro primeros trabajos ha vuelto a convencerme por completo. Destacando Bruce Dickinson en un estado vocal absolutamente increíble, como nunca le había visto en directo, hasta por momentos parecía que alargaba las estrofas sin necesidad, vamos que iba sobrado. El resto del grupo cumplió con una profesionalidad y una precisión por momentos irritante para cualquier mortal, ni un acople, ni un fallo, todo sonó perfecto, con el volumen justo y con una sincronización absoluta. Dave Murray y Adrian Smith lo bordaron, sobre todo este último con una clase y elegancia enormes, dando muestras de su solvencia no siempre lo suficientemente reconocida por el gran público. Steve Harris y Nicko McBrian siguen siendo una de las parejas de baile más compactas del heavy por muchos años que pasen, y además siguen entregándose como el primer día. Ah, y Janick Gers, bueno, al saltimbanqui casi se lo podían haber dejado en casa, porque para lo que hizo; no aprecié ni un solo, ni nada destacable aparte de dar saltos, jugar con el cable de su guitarra o pegarse con Eddie cuando apareció en escena; la verdad es que no tenía mucho sentido su participación cuando todos los temas del repertorio estaban concebidos para dos guitarras. Hablando del repertorio, tras la intro atacaron con la genial “Murders In The Rue Morgue” que hacía bastante tiempo que no sacaban de gira, como alguna otra de las que sonó, y que ya nos dejó clarito quienes iban a ser los triunfadores absolutos. Descubrimos un escenario soberbio, con muy buenas luces, con pasarelas, lleno de imágenes de sus primeros carteles y de su último DVD “The Early Years” y con los ya habituales telones cambiando según el tema, en este primero tanto el escenario como el telón representaban la “Acacia Avenue” y sirvió de base para los sucesivos cambios. “Another Life” y “Prowler” nos siguieron llevando aun más atrás en el tiempo y me parece que nadie echó de menos a Paul Di’anno, Dickinson seguía exhibiéndose. Y más aun en uno en los que más se luce como es la inevitable “The Trooper” que hizo que las voces coreando de los entregados seguidores de la banda se escucharan en todo lo alto mientras Bruce, casaca roja a cuestas, ondeaba sin parar su deteriorada bandera británica. Se calmó un poco con “Remember Tomorrow”, pero tampoco mucho, ya que a continuación y con las metralletas anunciando su comienzo, nos deleitaron con “Where Eagles Dare”, uno de mis temas favoritos, de mi disco favorito de la Doncella, “Piece Of Mind”, ¡qué maravilla como sonó y como nos llegó!. No menos que otra de las imprescindibles “Run To The Hills” de nuevo con el público coreando sin tregua y que decir ya con “Revelations” fue otro gran momento de entrega y comunión, cuando se aceleró en su parte final con el suelo moviéndose literalmente bajo nuestros pies. Y a todo esto con el sonido que siguió siendo perfecto. En “Wratchild” bajó un poco la intensidad, había que descansar. Pero “Die With Your Boots On” y “Phantom Of The Opera” supusieron una nueva demostración de poderío, que acabaron de rematar con sus dos himnos antes de los bises “The Number Of The Beast” y “Hallowed Be Thy Name”, sin palabras, y con el tema que les da nombre “Iron Maiden”, Eddie a escena y mínimo respiro. Vuelta para los bises con “Running Free” y “Drifter” que se me hicieron un poco pesadas, imagino que más por el cansancio que por otra cosa, y con la final “Sanctuary” que puso broche final y rúbrica de oro una de las mejores actuaciones de Iron Maiden a las que he podido asistir, probablemente la mejor junto la primera en el Mosters Of Rock del 88 cuando presentaban “Seventh Son Of A Seventh Son”. Sencillamente magistrales.

Mariano Palomo
Me sorprendió la cantidad de público que asistió al Lorca Rock por ver fundamentalmente a los americanos melódicos STRYPER. No dejaba de ser una apuesta arriesgada, porque no sabías cual era el estado de forma, musical y compositivo (incluso físico) de la banda. Los años no suelen perdonar, y menos a los músicos de rock (dados a vicios y excesos), y algunos pensaban que estarían muy cascados, que no podrían entrar en sus trajes de abeja, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin embargo, mientras montaban el escenario, como siempre amarillo y negro, aumentaba nuestra excitación y nuestras ganas por verles. A los sones del “Sing Along Song” arrancó Stryper su concierto. No llevaban sus trajes típicos (se los extraviaron o robaron por el camino), pero su estado físico era bastante bueno, y su actitud muy positiva. Sobre el escenario estaban los clásicos: los hermanos Sweet (Michael a la voz y guitarras y Robert a la batería) y Oz Fox (guitarras), acompañados por Tracie Ferry al bajo y Charly Foley a los teclados. Lo que más me sorprendió fue la maravillosa voz de Michael Sweet en directo. Con “Makes Me Wanna Sing” y “Reach Out”, dos cortes intensos, pegadizos y poderosos en directo, los registros vocales eran tan melódicos y apasionados como altos. Yo pensaba que era más un cantante para estudio, que esa voz tan personal no podía ser tan buena en directo, pero me equivoqué para mejor. El set de Stryper estuvo muy bien elegido. Canciones de casi todos sus trabajos, alguna novedad del futuro disco y sus clásicos nos esperaban. Después de “Loud n´Clear”, donde Robert Sweet cobró protagonismo con su batería (demasiado, incluso tiró parte de ella con sus ganas), sonó la preciosa “Free”, y os confieso que me puso la piel de gallina, como a ellos, viendo que todo el público la cantaba. La comunión entre Stryper y sus fieles fue total a partir ese momento. Con guiños de complicidad, con su maravillosa voz y su elegancia, Michael Sweet cautivó al público y se los llevó de calle. Poco importaba que Oz Fox errara continuamente las notas (muy por debajo del resto del grupo, aunque puso muchísimas ganas). Sonó una versión nueva del “In God We Trust” que gustó mucho, y nos ofrecieron un corte nuevo de su futuro disco, titulado “Open Your Eyes” (me gustó, sonaba nueva pero intensa), para rematar a lo grande su concierto. ¿Cómo?, sonó “Calling On You” y fue toda una delicia (nuevamente cantada entera por el público). Dos clásicos como “Soldiers Under Command” y el himno “To Hell With The Devil” pusieron broche de oro al concierto. Los Stryper se quedaron tan flipados con la maravillosa respuesta del público, que lo agradecieron varias veces, primero a Dios y luego a sus seguidores. Después de una oración sobre el escenario, Michael Sweet prometió volver. La química fue total, el concierto muy meritorio. No llevaban sus trajes ni repartieron biblias, pero la gente se marchó contenta. Stryper había merecido la pena.
Jesús “Nono” García
Fotos: Diego L. Pérez

05 septiembre 2005

DR. JEKYLL / EMBOQUE / MALSUJETO

20 de Mayo de 2005. Sala Silikona

Siempre me jode llegar tarde a un concierto, y más cuando no conozco a los primeros en tocar, porque nunca sabes si te vas a encontrar con una grata sorpresa. En este caso, no pudo ser, y por más que corrí, sólo pude ver acabar a los tales Malsujeto. Se les veía con tablas, y sonaban bastante compenetrados. Luego me enteré de que habían cambiando de nombre y antes la banda se llamaba Chorra N´ Rock. Musicalmente les vi bastante bien, un estilo a lo Marea o Reincidentes, con toques rockeros y punkarras, pero con algo más de calidad de la que en general suelen tener los grupos de esta índole. Nada más puedo decir de ellos. Espero que no me ocurra lo mismo la próxima vez.

Los cántabros Emboque vinieron a presentar su tercer disco, “Contra el Tiempo”, aunque hay que decir que los primeros tres ó cuatro temas pertenecieron a sus trabajos anteriores, y yo no los conocía. Con “Volver a Nacer” y “Caminar” empecé a disfrutar más, y más cuando llegó su mejor composición, “El Ojo del Huracán”. Me llamó la atención que sonaran muy parecidos a como en el disco. Hay grupos que en directo no consiguen ejecutar bien canciones que en estudio son excelentes, y al contrario, temas que enlatados parecen mediocres, luego ganan muchísimo al ser interpretados en vivo. Con Emboque no sucede nada de esto, son igual de buenos en las dos facetas. No cayeron más canciones antiguas, la recta final fue “La Caverna”, “Maestro del Viento” (su versión de Manowar), y “Más Allá”. Como última sorpresa se guardaron una excelente versión del “Burn” de Deep Purple, que fue muy bien acogida.
Dr. Jekyll está formado por unos cuantos miembros de los disueltos Posesión. A ver si con el cambio de nombre las cosas les van mejor. Al ser los únicos de Madrid, fueron los que congregaron mayor número de seguidores, y por lo tanto tuvieron mejor recibimiento. Casi todos se sabían los temas que tocaron de “Bailando en el Fuego”, como “Diosa del Mar”, “Estigmas” o “Tu Sombra, Tu Dios, Tu Dolor”. Curiosamente, también recuperaron “Me Queda el Rock And Roll”, de la maqueta que Posesión sacaron antes que su único LP. No conocía las dos ó tres canciones restantes, supongo que serán nuevas. “Inmortal” habría sido un buen final, pero por lo que se ve los músicos querían terminar muy a lo grande, y para ello nada mejor que “Wrathchild”, de Maiden. No es difícil imaginar la reacción de la gente. Una noche para recordar.
Texto y Fotos: Nacho Jordán

31 agosto 2005

SOUL SIRKUS

19 de Mayo de 2005. Sala Macumba


Cuando uno tiene la oportunidad de ver juntas a cuatro figuras de la talla de las que nos ocupan, se crean en mí dos sensaciones tan contrapuestas como intensas. Por una parte las ganas e ilusión de verles en directo y de poder disfrutar de su enorme calidad musical; y por otra una más que razonable duda debido a alguna que otra experiencia anterior, duda en cuanto al nivel de implicación y entrega que nos iban a ofrecer. Más aun en este caso cuando se juntan: uno de los mejores vocalistas y frontman del rock mundial como es Jeff Scott Soto, un dios de las cuerdas como Neal Schon al que además era la primera vez que podíamos ver en directo en España, un gran bajista además de cantante como el ex Whitesnake, Thin Lizzy entre otros, Marco Mendoza, y un enorme batería como Virgil Donati desconocido para el gran público y que seguro que el pasado día diecinueve se convirtió en uno de los favoritos de muchos los presentes en Macumba.
Afortunadamente esa duda que os comentaba antes desapareció en cuanto saltaron al escenario estos cuatro monstruos, y se incrementó y ratificó enormemente la ilusión y expectación que se había creado previamente. Por desgracia la asistencia no fue, en mi modesta opinión, la que merecía un evento de esta magnitud, apenas setecientas almas pudimos disfrutar del show. Quizá muchos se echaron atrás al esperar mucho más del disco de la banda "World Play" que no ha colmado las expectativas creadas en muchos casos, pero afortunadamente los temas me convencieron mucho más en directo y sonaron con una solidez y dinamismo de los que quizá adolezcan en su registro en estudio.
Comenzaron exactamente igual que el redondo, con una pequeña intro y sus dos primeros temas, "Highest Ground" y "New Position", de los mejores del disco y que sirvieron para abrir fuego espectacularmente, y donde pudimos empezar a disfrutar de un Jeff Scot Soto en un maravilloso estado de forma vocal. No creo que a estas alturas haya que descubrir su calidad ni magnetismo, pero le noté realmente brillante e involucrado en la banda, con continuos gestos, poses y comentarios con sus tres compañeros, con un grado de complicidad entre ellos que me parece que nos va a seguir dando alegrías en el futuro. Lo cierto es que Jeff me gustó bastante más que la última vez que actuó con su banda en la sala Arena. Otros dos temas de "World Play" cayeron a continuación, concretamente "Friends 2 Lovers" que sonó también muy bien, muy en onda Talisman, y "Periled Dvivde" que fue más relajada, con ese toque medio árabe, y en la que Mr. Schon siguió dando un curso de interpretación de guitarra con su Gibson Les Paul negra. Energía, clase, elegancia, técnica, y hasta ciertos toques de humor y diversión adornaron toda la actuación del hacha de Journey. Además sonando mucho más duro de lo que se podría esperar, con un gran sonido y solidez. Eso sí, bien ayudado por su técnico escondido en un lado del escenario haciéndole las partes de guitarra rítmica en bastantes fases del concierto.
Volvieron a apretar el acelerador con la acelerada a lo Hardline, "My Sanctuary" en la que se remarcaron notablemente los coros a cargo de Marco Mendoza y del propio Schon, y con el tema estrella de la banda sonora de "Rock Star", "Stand Up" que sonó brutal y calentó sobremanera a la concurrencia. Después de la tempestad vino la calma con "Soul Goes On", un tema lleno de detalles de guitarra y que sonó elegantísima. Más protagonismo aun para Neal Schon cuando atacaron una buena versión de "Voodoo Child" de Jimi Hendrix en la que se ocupó de las partes vocales además de la guitarra, haciéndolo bastante bien, bien arropado tanto instrumental como vocal y por esa máquina de precisión que demostró ser Virgil Donati y por Marco Mendoza que siguió dando descanso a la voz de Jeff Scott Soto mientras interpretaba la rockanrolera versión de "Hey Baby" de Ted Nugent con una voz que seguro que sorprendió a muchos, ya sabíamos de su buen hacer con los coros pero como voz principal la verdad es que no tiene mucho que envidiar a otros vocalista de reconocido prestigio. Todo ello bien acompañado con sus continuos gestos y provocaciones al personal, sobre todo femenino, del local. Antes ya he mencionado un par de veces la figura de Virgil Donati, y su mayor momento de protagonismo vino con un original y técnico solo que mostró toda su destreza y pegada consiguiendo hacerlo ameno y atrayente para el espectador, algo realmente complicado y al alcance de muy pocos baterías. La verdad es que yo tenía muchas ganas de ver a Deen Castronovo, otro de mis aporreadores favoritos, que fue sustituido por Donati para centrarse en su familia y en el nuevo disco de Journey, pero creo que con el cambio no salimos perdiendo en absoluto.
Se acabó el descanso para Jeff y volvió con "Crazy", la versión de Seal que volvió a sonar rotunda una vez más, como siempre que la interpreta en directo y que ya ha incorporado como propia. Más curro para el vocalista que se puso a los teclados, solo en un principio, para regalarnos un precioso medley que incluyó fragmentos de joyitas como "Send Her My Love" de Journey, "I’ll Be Waiting" de Talisman con la que volvió a ganarse la respuesta unánime del respetable que coreó una vez más el estribillo a grito pelado, o la preciosa "If This Is The End" de su último trabajo en solitario "Lost In The Translation". Hubo un pequeño pero, que nos dejó con la miel en los labios, cuando empezó a interpretar las primeras notas de "Don’t Stop Believin’" de Journey para la que pidió la vuelta a escena de Neal Schon que metió el primer e impresionante tramo de guitarra del tema, y ahí se quedaron dejándonos con las ganas. Esperemos que si cumple su palabra el señor Schon podamos escucharla en plenitud próximamente si vienen los propios Journey. Menos mal que inmediatamente lo arreglaron haciendo una maravillosa interpretación de "Faithfully" de la banda americana en la que derrocharon sentimiento y al final de la cual volvieron a las tablas Marco Mendoza y Virgil Donati para enlazarla con otra maravilla como es "Purple Rain" de Prince y que quedó soberbia mezclándola en su parte final con los coros de "Faithfully".
Llegó uno de los momentos flojos del concierto, que alguno hubo, cuando tomó el protagonismo absoluto de nuevo el señor Mendoza y se dedicó a hacer algo parecido a un solo de bajo acompañado de ritmos de percusión que hacía con la boca y donde insertaba su "Abailar To Mundo" que ya me pareció bastante poco seria y de relleno en la nueva edición del disco, y que en esta ocasión alargó sobremanera rallando bastante al personal. Aunque por supuesto este detalle no desacredita la gran actuación del bajista mejicano-estadounidense. Siguió la cosa un poco espesa con la zeppeliniana "Another World" que se me hizo bastante aburrida para el directo, al igual que "Peephole" que ya me pareció la menos acertada del disco y que se refrendó una vez más en directo. Una forma poco acertada a mi entender de cerrar la parte regular del show antes de los bises.
Volvieron con un buenísimo tema como "I Want To Take You Higher" perteneciente al "Prism" de Scott Soto y en el que originalmente colabora Glenn Hughes, que como en esta ocasión no estaba presente se vio perfectamente sustituido por el otro bajista cantante que estaba allí en es momento, el señor Mendoza, completando uno de los mejores momentos de la noche. Bien seguido por la cañera "Peephole" que en principio ponía punto final al concierto. Pero ni la banda ni el público estaba por la labor de irse tan pronto a acostar, y salieron de nuevo para dejarnos un regalito con "Dead Or Alive" del fantástico "Escape" de Journey, disco del que llevaba una camiseta un chaval de la primera fila al que subieron al escenario para presentar el tema en cuestión, que sin ser e más conocido de la banda de Schon fue todo un regalo para los fans, aunque sonando bastante más dura que en su versión original. Después de esto hubo bastante desfase, con una especie de broma canción en la que Jeff no para de pedir comida y que fue un amasijo de ruido y saturación en plan coña que la verdad no fue la mejor manera de acabar la actuación, pero no que no deslució para nada una noche que muchos tardaremos largo tiempo en olvidar, incluidos los miembros de la banda, sobre todo algunos. Ya sólo falta que se cumpla lo prometido y Journey nos visite en breve, ¡Neal no os echéis atrás, no os vais a arrepentir!.
Mariano Palomo

JORGE SALAN / EDEN LOST

13 de mayo de 2005. Sala Arena
Por fin y tras un inoportuno aplazamiento Jorge Salán pudo sacar tiempo de su apretada agenda para poder presentar en Madrid su segundo y magnífico trabajo "From Now On", y lo hizo por todo lo alto. Con un gran ambiente en cuanto número y entrega por parte del público pudimos disfrutar de todo el saber hacer de Jorge y sus chicos, además muy bien acompañados para la ocasión por Eden Lost. Empecemos por la actuación de estos.
A una hora extremadamente temprana, las siete y veinte de la tarde (es lo que tiene la restricción de horarios de las salas, ¿para cuando alguna exclusivamente para conciertos sin estas trabas en la, no hace mucho, capital europea de la cultura?) salieron a escena los chicos de Eden Lost para obsequiarnos con unos cuarenta minutos de buena actuación de hard rock melódico de altura, en la que interpretaron un total de siete temas de lo que será su debut discográfico "Road Of Desire" que si no pasa nada y no se vuelve a retrasar, verá la luz a finales del próximo mes de julio a través del sello alemán AOR Heaven, como bien se encargó de recordarnos su vocalista y excelente frontman Ignacio Prieto. Lo cierto es que la cosa empezó bastante fría, sin presentación alguna, empezaron a tocar "Road Of Desire" y la gente que poco a poco iba entrando en la sala se fue calentando, gracias al sonido cada vez más compacto de la banda y las tablas y magnetismo de Ignacio, que a encontrado en el nuevo bajista Javi García, además de a un muy buen y potente instrumentista, a un magnífico compañero a la hora de calentar al personal con sus continuas poses y movimientos a lo largo y ancho del escenario, algo que era un pequeño debe del grupo. Siguieron con "Lost In Paradise", gozando de un muy buen sonido y convenciéndonos a todos con una limpia y enérgica interpretación, bien apoyada en la voz de Ignacio y en los coros del resto de la banda: los guitarristas y fundadores del grupo (hace ya unos cuantos años) Jesús Laso y Javi Nieto que desarrollaron una gran labor con sus cuerdas, sobre todo el segundo con unos muy buenos solos, que se acoplaron perfectamente a las partes de teclado de Javi Gallego (sí, otro Javi, ya van tres) que estuvo igualmente sensacional, y que contaron con el respaldo siempre sólido y eficaz de Antonio Alcoba (Beethoven R.) desde los tambores que una vez más acompañó a Eden Lost en directo mientras acaban de encontrar nuevo baterista. Con "Saturday Night" ya la historia empezó a parecerse más a lo que debe ser un concierto de hard rock, con la gente entregada en mayor número, saltando, dando palmas y coreando los estribillos, al igual que "You Make Feel So Alive" un pedazo de tema que seguramente no le hubiera importado firmar a Mitch Malloy o al mismísimo Bon Jovi. Un poquito más durillos se pusieron en "Burn" otro gran tema, que fue preludio de la festiva "Only Girls" en la que Ignacio parecía que iba a romper su voz con unos agudos realmente notables. Y en esto presentaron "Come Together" de los Beatles versión Gotthard, y cuando Antonio estaba dando la entrada desde la batería, ¡¡¡Zas!!!, se fue la luz. Pero lejos de descomponerse y entrar en el nerviosismo, los chicos empezaron a bromear y saludar a la gente hasta que al cuarto de hora se solucionó la avería. El apagón les impidió tocar el tema en cuestión y prefirieron cerrar con otro tema propio a modo de regalo, ya que no aparecerá en su disco y se puede descargar en su web www.edenlost.net. El tema en cuestión es "Straight to Your Heart", una pedazo de composición que tiene lo mejorcito del hard melódico y que todavía no acabo de comprender por qué han dejado fuera de la grabación. Así terminó su gran actuación, a pesar de los imprevistos, y volvieron a demostrar que hoy por hoy son una de las apuestas más sólidas dentro del difícil panorama del hard rock nacional, y que han ganado mucho en solidez instrumental, esperemos que se asienten definitivamente. Muy bien por Eden Lost.


Tras un breve descanso, a las ocho y media en punto, empezó a sonar la intro a modo de discurso-declaración de intenciones con la que Jorge Salán viene abriendo sus conciertos. Salió a las tablas de Arena junto a la base de instrumentistas que le acompañan en directo: Fernando Mainer al bajo (ahora en Ars Amandi), Carlos Expósito a la batería, Pablo Ortiz a la guitarra y Rubén Prieto en los teclados. Abrieron en directo de la misma forma que lo hacen en el segundo disco de Jorge, con la cañera "Apprehension", seguida sin tregua por "Driving Through The Tunnel" una maravillosa composición y de las más celebradas por el respetable, probablemente la primera con la que se dio a conocer el guitarrista madrileño al gran público. A continuación cambio de registro con la entrada a la fiesta de un nuevo violinista que sustituía al habitual Roberto Jabonero (Celtas Cortos) y de Fernando "Pindy" flautista y gaitero de lo más peculiar y saltarín que apareció descalzo y con la cara pintada con motivos celtas, al más puro estilo Braveheart, para dar un buen rato de rock celta con la maravillosa "The Endless Battle" y con un medley de la banda de Jabonero y alguna pieza desconocida que hizo bailar y saltar al personal y donde Jorge dejó el protagonismo al resto del grupo. Un protagonismo que recuperó absolutamente con "For the Love of God", esa obra de arte creada por Steve Vai, y que Jorge a llevado a su regazo como nadie haciéndola prácticamente propia. En esta ocasión la gente no botaba y bailaba, simplemente miraba con atención y admiración extrema la nueva exhibición a cargo de Mr. Salán. Nuevo cambio de rumbo con la entrada en escena de Pau Sastre, un muy buen cantante de temas melódicos, además de productor de "From Now On", que empezó un poco frío en cuanto a la voz su tramo de actuación nada menos que con "One Vision", mi tema favorito de Queen que instrumentalmente sonó impecable con un enorme solo de Jorge. Pero claro, Pau aunque lo hizo bastante bien no cubrió suficientemente la figura de Mercury. Pero se calentó ya en "Sea Of Clouds" a la que puso voz en el disco de debut de Jorge de título casi idéntico y que sonó tremenda al igual que "I’ll Be Waiting" el temas más comercial y pegadizo de la carrera de Jorge, algo que se notó en la reacción del público, que se relajó seguidamente con la bonita "Brand New Day". Pero duró poco la calma, justo hasta Jorge dedicó la siguiente pieza a la gente que se quedó sin entrada para ver a U2, haciendo una buenísima versión de "Vertigo" de los irlandenses, llena de energía y en la mejor interpretación vocal de Pau. Me gustó bastante más que la original. Pequeño descanso para los músicos, excepto para el batería Carlos Expósito que hizo un solo no demasiado llamativo, y en el que lo mejor fue el fragmento de "Painkiller" de Judas que incluyó en su final. Buen recurso para entretener al público mientras la banda descansa, pero sin demasiado brillo. Se recuperó la intensidad con una interpretación de blues absolutamente genial, y en la que Jorge y compañía derrocharon feeling y calidad, siendo uno de los punto álgidos de la noche. Volvió el grueso de la formación instrumental con dos de los mejores cortes de "From Now On", el que lo cierra "Train Of Hopes", y la brutal "Pathways To Death", magistrales. Y de repente empezó el huracán Tony Guerrero, este vocalista hispano-alemán que ha participado en los dos trabajos de Jorge y que en directo se encargó de poner patas arriba la sala, lanzando desdeunas cuantas gafas de sol, al reloj, pasando por el móvil tras supuesta conversación telefónica con su novia, hasta alguna que otra botella de agua que incluso llegó a impactar con los focos de la sala. En fin, un puro showman. Pero que además derrochó potencia vocal y carisma, desde el "Kids Wanna Rock" de Bryan Adams que calcaron, y para no perder la estela del canadiense siguieron con "Back In Time", pura fiesta entre la audiencia que no paró de saltar desde el momento en que Tony salió al escenario. Consiguió tranquilizarse un poco con "Face To Face" un buen medio tiempo en la que cogió la guitarra acústica quedándose solo en el escenario con Jorge sentado en una banqueta en la que duró muy poquito con las posaderas apoyadas, está claro que no se podía estar quieto. Y para rematar su primera aparición en el show nos dejó exhaustos con "One Way", un fenomenal tema de hard rock melódico perfecto para el directo con la complicidad del público, como se demostró una vez más. Un poquito de clama se imponía después de la tempestad descargada por el señor Guerrero, y que mejor que con "Relaxation", un tema con aires jazz fusión que dio pie a un rato de improvisación magnífica con participación destacada del guitarrista Pablo Ortiz que fuera maestro de Jorge en Estados Unidos y que demostró su gran clase con la ayuda del teclista Rubén Prieto que sacó un saxo para acompañarle aunque por desgracia no se le escuchó todo lo bien que hubiera sido deseable. Ya nos habíamos olvidado casi de Pindy y del violinista, pero allí seguían y aparecieron de nuevo para dar color a "Greenfields" otro tema de aires celtas que resultó un maravilloso final para el fin de fiesta, junto a la más tranquila "Doors Made Of Rye" en la que también volvió Pau para cantarla, y "Running Free" que sigue maravillándome cada vez que la escucho, con esos cambios y esa rapidez en el mástil al alcance de muy, muy poquitos, y Jorge Salán sin duda es uno de los elegidos. Cierre absolutamente genial con todos los que participaron en el show, además de Ignacio Prieto de Eden Lost que volvió a subir para hacer parte de las voces de "We Are The Champions", nuevamente Queen, y que no por típico y habitual en el cierre de muchos conciertos, fue menos entrañable y espectacular. Resumiendo, sin lugar a dudas Jorge Salán vivió este viernes 13 su gran noche. Pudo hacer todo lo quiso, y además lo hizo muy bien. Porque ofrecer dos horas y cuarto de actuación y que esta resulte amena, intensa y de alta calidad es realmente difícil, y Jorge lo logró sobradamente, se nota que había estudiado muy bien como estructurar el concierto y el resultado fue casi inmejorable, siempre hay margen para la mejora, pero en este caso muy poco. Por variedad, por calidad (tanto propia como de todos los que le acompañaron en directo), por su cada vez más creciente carisma (ya pone caras y todo en los solos, como decía mi amigo Carlos Treviño antes parecía que no le "dolía" hacer los maravillosos solos que ejecutó) Jorge ha dejado hace tiempo de ser una promesa para convertirse en una de las mayores realidades de la música española.
Felicidades chaval y a seguir creciendo.

Texto: Mariano Palomo
Fotos: Mariano Palomo y Carlos Treviño

TNT / FIREHOUSE / NEXX

8 de Mayo. Sala Aqualung
Muchos fueron los que salieron alucinados de la actuación que TNT ofreció el año pasado en el festival de Lorca Rock. Incluso la propia banda quedó enormemente complacida de la calurosa acogida que el público español les brindó. Así que el mismo grupo se comprometió a actuar como cabeza de cartel en nuestro país, aunque sin especificar cuándo ni dónde. Pero ese momento por fin llegó, y por si era poco acompañados de otros miuras del rock melódico como Firehouse, y los siempre grandes Nexx. El lugar escogido fue la sala Aqualung, un local de mediano aforo que acabó casi lleno para ver la descarga de este cartelazo de lujo.
La salida de Nexx a escena se retrasó unos 45 min., lo cual generó un ligero descontento inicial entre los asistentes. Con los problemas técnicos ya resueltos, Patri y los suyos abrían fuego con un par de temas inéditos que no quedaron nada mal, a pesar del sonido algo embarullado que salía de por los altavoces. Continuaron con otros dos cortes incluidos (ahora sí) en su único álbum "Colours", que arrancaron la cerrada ovación de los allí presentes. Aunque la sorpresa fue sin duda esa tremenda versión que se marcaron del "Eye In The Sky", mítico tema de Alan Parsons Project, que Nexx supo llevar de manera genial a su terreno, logrando así uno de los momentos álgidos de la velada. El público congregado coreaba el nombre del grupo pidiendo un tema más, pero Nexx tuvo que retirarse del escenario a regañadientes para que la siguiente banda del cartel pudiera dar comienzo.
Ya íbamos avisados desde su anterior visita a Madrid de lo mucho y bueno que pueden ofrecer en directo los americanos Firehouse. Los que pudimos disfrutar de ellos el año pasado no nos sorprendimos tanto, pero los que era la primera vez que los veían coincidían unánimemente en catalogar su actuación como una de las mejores vividas en nuestra capital en los últimos tiempos. Se plantaron sobre las tablas de Aqualung con las ideas muy claras, nada de experimentos ni cosas raras, había que dar a la gente lo que la gente quería y así lo hicieron con creces. Un set basado casi por completo en su dos primeros trabajos, con algún recuerdo para lo mejor de su último disco "Prime Time", una actitud de entrega y profesionalidad total, un sonido magnífico, muy alto pero sin distorsionar en ningún momento, y cuatro pedazo de músicos que sacaron lo mejor de sí mismos y nos lo ofrecieron en cincuenta minutos de hard rock de alta escuela, además de divertido, demostrando que no tienen porqué estar reñidas calidad y diversión. Desde el primer acorde vimos lo que se nos venía encima, con un fantástico frontman como C.J. Snare, lleno de potencia y energía, cantando altísimo y con mucha calidad. La labor de los coros a cargo del guitarrista Bill Leverty y del batería Michael Foster completaron un trabajo vocal impecable. En cuanto a su aportación instrumental, tanto de estos dos como del nuevo bajista del grupo, fue muy buena, con un Leverty muy elegante al mástil, y con Foster espectacular en la pegada y malabarismos de la baqueta, bien acompañado por su compañero en el bajo. El set no podía estar mejor elegido, desde la inicial "Lover’s Lane" que nos predispuso para el primer cañonazo con el que se dieron a conocer en todo el globo, "All She Wrote", con la que botamos como posesos y nos dejamos la garganta con el celebérrimo estribillo "Bye bye baby bye bye". A continuación dejaron una de las dos piezas de su último disco, la pegadiza "Crash" que fue bien recibida por el personal a pesar de ser prácticamente desconocida. Momento tierno con la emotiva "When I Look Into Your Eyes", en la que CJ se hizo cargo del teclado para acompañar una emotiva balada. Volvió el dinamismo y la caña con "Shake & Tumble" coreada a pulmón, al igual que la festiva "Door To Door" en la que el batería Michael Foster se encargó de la voz y muy bien por cierto, justo antes de hacer un poderoso solo. "Overnight Sensation" siguió con el listón muy alto con los presentes absolutamente entregados hasta el final, tanto con los temas más cañeros que cerraron, como con la balada previa "Love Of A Lifetime", que no fue más que un pequeño descanso para el huracán que se avecinaba con "Reach For The Sky" que sonó como un cañón, y con la festiva "Don’t Treat Me Bad" que fue el colofón a una soberbia descarga que fue lo mejor de la noche, por encima de los cabezas de cartel. Nos quedamos con las ganas de más, se nos hizo cortísimo, a ver si para la próxima tienen más tiempo y volvemos a disfrutar. Buenísimos.
Y tras la apoteósica aparición de los estadounidenses, venía lo que supuestamente era el plato fuerte de la noche... Pero, y para desgracia de todos, lo de TNT fue un quiero y no puedo. Numerosos problemas plagaron la actuación de la banda de Tony Harnell & Ronnie LeTekro, que aun ofreciendo un buen concierto, ensombrecieron notablemente la descarga de los noruegos. Para empezar, el sonido fue exageradamente alto, provocando que parte del público se fuera hacia atrás para evitar mayores desgracias personales. Siguiendo por el set, que no fue todo lo brillante que esperábamos (indudablemente faltaron "Tonight I’m Falling" y "Lonely Nights"); con el bueno de Tony haciendo cantar al personal en los temas menos conocidos por aquí ("Downhill Racer", "Seven Seas"). Los coros pregrabados que llevan utilizando en directo desde la época de "Tell No Tales" tampoco ayudaron en absoluto. Y ya para finalizar, claramente TNT no pudo competir con Firehouse, auténticos triunfadores de la noche. Aparte de los susodichos Harnell y LeTekro, la banda venía configurada por Diesel Dahl a la batería; y un teclista y un bajista que ni ellos mismos presentaron, ni nadie conocía de nada. Entre los temas interpretados destacaría las potentes "Caught Between The Tigers" y "Forever (Shine On)"; la sensibilidad de "Fantasía Española" (única vez interpretada en directo!!!); la magia y calidad de "Give Me A Sign"; y por supuesto, la esperada ristra de clásicos ("Intuition", "Listen To Your Heart", "10,000 Lovers"). Pero la sorpresa vino al final con "Everyone´s A Star", en el que Harnell invitó a cantar a CJ Snare. Como era de esperar la tragedia se consumó, y el cantante de Firehouse se zampó crudito al pobre Tony (a nivel de voz, claro está). Tras tamaña ingenuidad por parte del pequeño vocalista, y el consabido "Always Look on the Bright Side of Life" (de Monty Python) para despedirse, tooooodos para casa. Las conclusiones que pude extraer fueron claras y contundentes: Nexx buenísimos (como siempre), Firehouse la leche (sin exagerar lo más mínimo), y TNT pues... ¿bien?, ¿regular? A mí desde luego me decepcionaron bastante, y como algún avispao dijo a la salida: "Firehouse tenían que haber vuelto a salir y haberse tocao todol set de los TNT". Y bien mirao, razón no le faltaba…
Rafa Carrillo (Nexx, TNT)
Mariano Palomo (Firehouse)

JUDAS PRIEST / BARÓN ROJO

12 de Abril de 2005. Palacio Vistalegre

Siempre es una putada que un evento de esta índole se celebre un día de diario. La gran mayoría llegó por los pelos, o simplemente tarde, a causa de los trabajos. Y no hablemos del aparcamiento. Por eso manteníamos la vana esperanza de que el comienzo no fuera muy puntual. Cuando, a las 19:40, cinco minutos antes de la hora anunciada, desde fuera empezamos a oír el comienzo de "Incomunicación", tuvimos que entrar embalados. Una vez dentro, pudimos comprobar que los Barón Rojo estaban sufriendo todos los inconvenientes de abrir para un grupo del calibre de Judas. Casi todo el escenario ocupado (y tapado) por el montaje de los británicos, cuatro luces que maldita la falta que hacían porque todavía era de día, el aforo a medio llenar, y un sonido enloquecedor. En esta plaza de toros siempre se oye mejor en unos sitios que en otros. Los que estábamos en la pista de arena no nos llevamos la mejor parte. Paradójicamente, si afinabas el oído te dabas cuenta de que en realidad el sonido no era malo. Cada instrumento en su justo lugar. Lo que fastidiaba todo era un tremendo eco horriblemente molesto. Con todo, el balance final no dejó de ser positivo para los barones. Muy pocas bandas estatales no habrían dado lo que fuera por ocupar su sitio aquella noche. Se vieron obligados a tocar muy poco tiempo, fue el concierto más corto que les recuerdo, con la salvedad de su magistral colaboración en nuestra fiesta el pasado año. Por este motivo, en vez de comerse los sesos eligiendo su repertorio, no se complicaron, y aprovechando que a la semana siguiente salía a la venta la nueva edición de "Volumen Brutal", lo fusilaron completo, menos "Dame la Oportunidad". La única excepción fue la siempre entrañable "Cueste lo que Cueste". Lo curioso fue el orden de los temas. "Los Rockeros Van al Infierno" que hacía tiempo que no tocaban y que solían dejar para el final, fue la segunda, y "Resistiré", también muy adecuada para terminar, cayó por la mitad. No podemos evitar hablar de la incorporación de Pepe Martos. Después de casi siete años con Vale, aún se nos hace un poco raro no verle en el escenario, pero hay que decir que, aparentemente, el acoplamiento de Pepe ha sido perfecto. No pudimos detectar ningún error por su parte, ni el más mínimo fallo de sincronización con el resto del grupo. Armando, como siempre, incansable, mientras Ángel y Carlos funcionan con la profesionalidad habitual. Las malas condiciones no pudieron ensombrecer su actuación, que se iba animando más y más conforme se llenaba el recinto. Quizá los momentos más álgidos fueron "Hermano del Rock And Roll" y "Concierto para Ellos", ya en la recta final. A las 20:30 finalizó su tiempo tras "El Barón Vuela Sobre Inglaterra". No faltaron los improperios de cabreo ni los gritos de "¡Barón!, ¡Barón!, ¡Barón!" cuando se empezó a desmontar su equipo. Pero, las cosas como son, todos sabíamos que no les iban a dejar mucho.
Nacho Jordán

Y llegó el momento ansiado, tras casi quince años de ausencia de la alineación más gloriosa de Judas Priest, por fin volvíamos a tenerlos sobre un escenario madrileño. Puntualidad absoluta, a las 9:00 luces fuera, telón abajo y los primeros acordes de "The Hellion" empezaron a ponernos los pelos de punta para abrir lo que iban a ser dos enormes horas de auténtico heavy metal de la banda más grande del género. Comenzaron exactamente igual que en su actuación del pasado año en Valencia, con Halford apareciendo del enorme ojo eléctrico situado tras la batería y cantándose todo el "Electric Eye" desde la pupila del mismo mostrando toda su majestuosidad y acompañado por un sonido sorprendentemente bastante bueno (tratándose del recinto en el que nos encontrábamos), a pesar de algunos ecos, desde los bombos de la batería de Scott Travis que volvió a estar a gran nivel, sólido y técnico como pocos. La labor de las guitarras estaba fuera de toda duda, KK Downing y sobre todo con mayor protagonismo Glenn Tipton, estuvieron brillantes y cañeros, además de gozar de un sonido limpísimo, e Ian "Bisagra" Hill siguió demostrando que no hace falta darse muchas carreras ni pegar muchos saltos para aportar su contundencia y saber hacer desde sus cuatro cuerdas s golpe de cadera, no se ha movido nunca y no iba a empezar ahora. En cuanto al set en sí no se alejó mucho del que ejecutaron el pasado año, incluyendo evidentemente cortes de su último trabajo "Angel of Retribution" (cuatro concretamente) y recuperando algún que otro clásico que hacía tiempo no descargaban en directo."Metal Gods" volvió a caracterizarse por los movimientos robóticos de Halford, mientras bajaba las escaleras del escenario demostrando su clase y carisma, además de un nivel vocal incluso mejor que el año pasado y con más soltura y acoplamiento con el resto de la banda, ha costado, pero parece que han conseguido olvidar hisotrias pasadas y vuelven a ser la gran banda de siempre, no cuatro por un lado y otro por otro. Llegó una de las primeras sorpresas de la noche, "Riding On The Wind", de su maravilloso "Screaming For Vengeance", con las voces mucho más agresivas y cortantes, sonando más a lo "Painkiller", algo que me sorprendió y fue de lo que menos me gustó del concierto. Por contra "The Ripper" y "A Touch Of Evil" supusieron dos de los momentos álgidos antes de presentarnos dos de sus nuevos temas, "Judas Rising" que sonó brutal con Halford alzado en una plataforma tras los tambores con un bonito efecto de fuego a sus pies y con un nuevo telón con la portada del disco; y el primer single "Revolution" que hicieron bastante más heavy y directa que en el disco, prescindiendo de los coros psicodélicos. Vuelta al pasado con "Hot Rockin’" otro de los temas recuperados para la ocasión y de los más coreados desde el público, al igual que la inevitable "Breaking The Law". "I’m A Rocker" supuso un pequeño respiro para dar paso a l maravillosa "Diamond And Rust" que hicieron acústica como viene siendo habitual últimamente y que, personalmente, me gusta más en su versión eléctrica. Nueva incursión en las novedades con su, a mi juicio, mejor tema de "Angel Of Retribution", "Deal With The Devil", que sin sonar todo lo redonda que hubiera sido deseable, sí llegó con fuerza a la concurrencia. "Beyond The Realms Of Death" vovlió a ser magnífica con toda una clase de saber hacer y de técnica guitarrera a cargo de Glenn Tipton, con el escenario coronado por las ya famosas bolas de espejos de los 70s. Pero para mí el momento cumbre del show fue "Turbo Lover", puso aquello patas arriba, ¡como la cantó Halford, como sonó de sólida y de rotunda!, con la gente entregada al máximo y con un punto más de dureza que seguramente hizo de ella el himno oficial de la noche (con las barbaridades que se han dicho de un discazo como "Turbo"). "Hellrider" nos devolvió a la actualidad y sonó realmente bien, con ese aire al "Painkiller" que sonaría justo antes de los bises intensa como siempre, pero algo bajada de tono para que la voz no se resintiera en exceso. Algo que hubiera sido normal tras la exhibición que se marcó Mr. Hlaford justo antes con "Victim of Changes" y "The Green Manalishi" que fueron sencillamente obras de arte, increible despliegue vocal, instrumental y de carisma a cargo de toda la banda, junto con "Turbo Lover" lo mejor. Sin apenas descanso volvieron para acabar de satisfacernos con sus bises habituales, "Hell Bent For Leather" que Halford se cantó íntegramente subido encima de su mítica Harley con el enésimo cambio de vestuario, a cual más espectacular y llamativo, seguido de súper festiva y coreada "Living After Midnight" y de la traca final "You’ve Got Another Thing Comming" que cerró de forma gloriosa una actuación memorable. Muchos dirán que Judas han vuelto por dinero, que van cada uno por su lado (desde luego en esta actuación no lo podrán decir), que son siempre lo mismo, pero qué queréis que os diga, mientras sigan dejandonos noches como esta para el recuerdo me importa bien poco la pasta que se saquen, ¿o acaso alguien sería capaz de hacer por la cara lo que hace Judas? En fin, me imagino que habrá opiniones para todos los gustos, pero creo que ahora sí, los mejores Judas han vuelto y parece que no tienen prisa en volver a irse, ojalá sigan así.
Mariano Palomo

QUEEN

1 de Abril de 2005. Palacio Deportes CAM

Nadie me dijo a mí, en el verano de 1986, lgrandes que iban a ser Queen, y sobre todo, que poco después desaparecería Freddy Mercury. La cita fue en el Campo del Rayo Vallecano, y presentaban su "Live Magic". La vida son trenes que pasan, y si no te subes, lo pierdes. Por eso, yo sabía que este concierto nunca sería lo mismo, pero hubiera sído el colmo perderme otra, quién sabe si la última oportunidad de ver a la Reina. Nadie duda que la figura de Freddy Mercury es insustituible, por todo (voz, carisma, personalidad), pero cuándo me enteré que sería Paul Rodgers su sustituto, por lo menos pensé que la historia daba otra gran oportunidad a una de las mejores voces del rock (Free y Bad Company lo demuestran). Además, aunque no estuviera Deacon al bajo (¿todavía le duele lo del musical "We Will Rock You"?), el mítico Brian May a las guitarras y Roger Taylor a la batería conservaban todo el espíritu y la magia de Queen. De las canciones, ni dudamos, porque todas forman parte de nuestra vida. Por eso, mi ánimo la noche del concierto no era de comparar, ni siquiera de añorar, sino de disfrutar de cada momento, de cada segundo. No tenía en mi poder un transmutador de matería para viajar en el tiempo hasta Wembley y contemplar a los Queen del Sr. Mercury, pero si tenía entrada para verles, para disfrutar con ellos, para participar. Lo tenía claro, tenía que vivirlo. Con un escenario tan sencillo como precioso, un juego de luces soberbio y un estupendo sonido, los Queen actuales salieron con la ilusión de los principiantes (tercer concierto de gira, después de Londres y París), pero con el oficio, la clase y la experiencia de los veteranos. Esta combinación suele funcionar bien, y más si tocan en un Palacio abarrotado de fieles. El show se inició con una breve presentación de Paul Rodgers al público (pasarela incluída entre la gente), para atacar con "Tie Your Mother Down". Después, "Can’t Get Enough For Your Love" recordó a Bad Company, y demostró a los escépticos que este vocalista no era ningún bisoño ni un desconocído. Después, "I Want to Break Free" (El público la cantó entera, por encima de los músicos), "Fat Bottomed girls" (qué maravilla) y la rockera "Crazy Little Thing Called Love", un tema que habrían firmado Chuck Berry o el mismísimo Elvis, puso a todos en órbita. Otra situación a destacar fue el reparto de protagonismo vocal entre May, Taylor y Rodgers. Lejos de intentar acaparar, el nuevo vocalista repartió canciones entre sus insignes compañeros. Así, te diré que Brian May cantó varios temas, además de su maravillosa doble instrumental "Brighton Rock" y "Last Horizon" de su album en solitario, (quedó preciosa en las pantallas); Roger Taylor nos puso la piel de gallina con el recuerdo al grupo y a Freddy en "These Are The Days of Our Lives" (Los Queen en Japón, con Mercury, allá por los 70) y la coreada y aplaudida "Radio GaGa" y Paul el resto, con la gloriosa excepción de "Bohemian Rhapsody", cantada por el mismísimo Freddy Mercury, mientras la música sonaba en directo. Sencillamente, sobrecogedora. En el camino, quedaron temas de leyenda, como "Hammer to Fall" (se inicia lenta, para acabar demoledora), "Seagull" (maravillosa canción del primer disco de Bad Company, acústica con May y la percusión de Taylor), la deliciosa "Love Of My Life" (¿quién cantó más, el público o Brian May?, se calló, dejó cantar y solo pudo decir beautiful), y "I´m In Love With My Car" (un tema hard, cantado por Taylor, con un riff demoledor de guitarra). El tramo final del concierto, con un sonido estupendo y sin acoples de ningún tipo, fue de órdago. Sonó la deliciosa "A Kind of Magic", para atacar después con "I Want It All" (Sr. May, es usted un ejemplo y un modelo a imitar por todos los guitarristas) y "Bohemian Rhapsody", con las mejores imágenes del inolvidable Freddy, todo un homenaje para él, mientras el Palacio se derretía a fuego, con su voz y su presencia. Acabaron con "The Show Must Go On", toda una declaración de intenciones, con Paul Rodgers recuperando su protagonismo, antes de los bises. !Y qué bises!. Empezaron con "All Right Now", el clásico de Free, para continuar con "We Will Rock You" y llegar al orgasmo musical con "We Are The Champions". La despedida de la banda fue con "God Save The Queen", como no podía ser de otra forma. De verdad, no compares, quédate con el maravilloso concierto que viste ese Viernes 1 de Abril del 2005 en el Palacio de los Deportes. Nadie puede ir atrás en el tunel del tiempo, ni recuperar a los que ya no están, pero fue realmente inolvidable. Dios Salve a la Reina.
Jesús "Nono" García

LUJURIA

1 de Abril de 2005. Sala Aqualung


Una verdadera pena que nuestros amigos segovianos coincidieran esa noche con Queen. Por este motivo el local no registró un lleno total. De todas formas, hubo gente más que de sobra para dar el ambiente necesario, que vendrá plasmado en el DVD y el CD que se grabaron de este concierto. Ya lo veréis, ya. No faltó gente de otros grupos, como Silver, Fernando de Obús o Dani de Ars Amandi. Pero lo mejor fueron las féminas que asistieron, no sé si por querer que les enfocaran las cámaras o qué, pero hace mucho que no recuerdo haber visto a la vez a tantas nenas con tan exóticos y explosivos modelitos.
Pasaban 6 minutos de las 21:00 cuando la encantadora Lilith aparece en escena y nos deleita con un intro de teclados que quedó realmente bien con la iluminación y efectos que se utilizaron. A partir de ahí saltan todos a la palestra y sin ni siquiera presentar los temas atacan seguidas “Escuadrón 69” y “Mozart y Salieri”. Acto seguido dedican a Wojtyla (al pobre sólo le quedaban 24 horas de vida, no lo sabíamos pero lo sospechábamos) “Dejad que los Niños se Acerquen a Mí”, y tras “Jekyll y Mrs. Hyde”, de quien se acuerdan es de Letizia, con “La Favorita del Rey”. El sonido es excelente. Oscar, tan suelto en el escenario como de costumbre, no para ni un momento, parece incansable. Y su voz está en plena forma. Quizá abusa un poco de dejar cantar al público, pero no es ni mucho menos por necesidad, es porque le encanta ver la respuesta de la gente. En estos casos siempre se recupera alguna composición antigua, esta vez es “No Hay Manera”, que parece otra con lo bien que vocaliza nuestro cantante. Se le entiende muy bien, algo fundamental en una banda que da tanta importancia a sus letras. A los constantes cambios de atuendo del showman se añade la participación de la peña, que bombardea el escenario con ropa interior (tanto de chico como de chica) y artículos de sex-shop varios. Menuda juerga. Quizá cuando mejor lo pasé fue con “María Martillo” y “Cinturón de Castidad”. Aprovecharon para estrenar un nuevo tema, “Hijos de la Furia”, pero mejor no voy a enumerar todo el set, algo de incertidumbre tengo que dejar para cuando lo saquen a la venta. Sólo diré que la gran ausente fue, en mi opinión, “Sperman”. Y que me pareció extrañísimo que en “Traidor” no subiera Silver al escenario, pues ya he dicho que andaba por allí. Tras “Estrella del Porno” y “Corazón de Heavy Metal”, llega el bis. “Joda a Quien Joda” y “Merece la Pena” dan paso al fin de fiesta, nada menos que “Larga Vida al Rock And Roll” y “Vamos Muy Bien”. Una verdadera apoteosis, el broche final perfecto a cerca de una hora y 50 minutos de cachondeo y diversión. ¿Exagero? Si alguien tiene dudas, podrá comprobarlo en cuanto lo editen.

Nacho Jordán

SHERPA

12 de Marzo de 2005. La Sala

A algunos les podría parecer extraño encontrarse en Carabanchel con caras habituales en conciertos de Barón Rojo, pero no tiene nada de raro. Es perfectamente posible disfrutar a la vez de Avalanch y Warcry, de Gamma Ray y Primal Fear, de Black Sabbath y Dio... y de una lista interminable. Lo que de verdad importa es la música, no batallas del Abuelo Cebolleta que terminaron hace más de quince años. El veterano bajista se hace acompañar por su inseparable Hermes, y por unos tales Raúl Rodríguez y Juan Carlos Recio en las guitarras. Pero esta vez Juanjo Melero, que había abandonado el grupo un par de meses antes por razones laborales, tuvo que sustituir a Juan Carlos, ausente por motivos de fuerza mayor. El concierto no fue exactamente la presentación de “Guerrero en el Desierto”. Se trató de un “grandes éxitos” de Barón Rojo, más seis temas de su reciente trabajo. Trece canciones su antigua banda, pero sólo en las que intervino en la composición, y ninguna de las cantadas por Carlos. Comenzaron con “Guerrero en el Desierto” y “Son Como Hormigas”. Pronto vimos que la voz de Jose Luis estaba muy deteriorada. Físicamente no lleva el paso del tiempo tan bien como otros músicos de su quinta, pero esperábamos que sus aptitudes vocales siguieran más o menos igual. No sostiene, en algunos momentos más que cantar recita, y en los estribillos en vez de subir baja. Y recurre a menudo al socorrido sistema de dejar cantar al público. En su descargo hay que decir que acababa de salir de una afonía que el día antes le había impedido acudir a la fiesta de La Cabaña del Tío Rock. En mi opinión, hizo bien actuando a pesar de todo. Cuando se suspende o aplaza un concierto los asistentes sufren un montón de molestias, y la peña agradece que se echen cojones ante las dificultades. Además, mucha gente ni se enteró, no le oían porque ellos mismos cantaban los temas de principio a fin. Quien interpreta el mejor repertorio de toda la historia del rock español tiene la mitad del éxito asegurado, lo mismo les pasa a “los otros”. Con “El Malo”, “Buenos Aires”, “El Pobre”, “El Barón Vuela”, “Campo de Concentración” o “Concierto para Ellos”, ¿hay alguien que se resista? El punto débil fueron los guitarras. Sustituir a los dos mejores del país le viene grande a cualquiera, hasta cierto punto es normal que no consiguieran que los temas quedaran igual. Pero además la de Raúl Rodríguez apenas se oía, y encima casi todos los solos los hacía él. En cuanto a Hermes, viene a ser la versión en batería de Dave Murray. Tiene una cara de pasota que contrasta con el total dominio de su instrumento, daba la impresión de que podía echarse una cabezadita y continuar tocando como si tal cosa. No podía faltar su correspondiente solo. Las canciones de “Guerrero en el Desierto” se recibieron bien, especialmente “Flor de Invernadero” y “Al Centro Del Corazón”. “Cómico Cósmico” fue de las que mejor quedaron. No podemos decir lo mismo de “Mi Everest” ni de la magistral “Con Pies de Plomo” (en la que se le veía a Sherpa cara de verdadero sufrimiento) , porque en ambos casos los teclados se echaron muy en falta. Quizá se podrían incluir excepcionalmente en estos temas, prescindiendo de una de las guitarras. Sólo es una idea. “Barón Rojo” y “Los Rockeros Van Al Infierno” fueron las últimas antes de los bises. “Casi Me Mato” fue de lo peor, gallos, desafines, Campuzano no cantaba, aullaba. Algo mejor fue “Hijos de Caín”, pero las guitarras la destrozaron. En el siguiente bis, “Resistiré” también fue catastrófica. Jose acababa el estribillo susurrando, y el solo de guitarra se ve que había sido inventado para la ocasión, aunque seguía sin oírse apenas. Tras “Siempre Estás Allí” el público aún pidió más, así que nos regalaron un pequeño medley de Deep Purple. En total una hora y 50 minutos, visto el estado de la garganta de Sherpa, no estuvo nada mal. En resumen, la gente salió contenta porque supo apreciar el esfuerzo de luchar contra tantas condiciones adversas. Pero una presentación como es debido en Madrid aún sigue pendiente.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Julián Arnés

FIESTA 18 ANIVERSARIO "LA CABAÑA DEL TIO ROCK"

SILVER FIST / CUATRO GATOS / BASICO / WAYLAND /
TONY HERNANDO
11 de Marzo de 2005. Sala Ritmo & Compás
Justo un año. Demasiado justo. Fecha de infame recuerdo para todos, pero también un motivo de alegría el vernos de nuevo, el saber que estamos ahí, el que una año más tanto José Mora como Ángel Gómez sigan regalándonos horas de radio, de excelente radio. Un día en el que había algo que celebrar y algo que recordar con pesadumbre; un día extraño. Sin embargo, todo fue bien dentro de Ritmo & Compás: se agotaron las entradas, las diferentes bandas se dejaron media alma en el escenario, disfrutamos a golpes de Rock y cantamos, bebimos, bailamos y, lo más importante, nos reunimos con nuestros allegados, con la gente a la que queremos (joder, parezco Nono últimamente, jaja); y todo ello en días extraños para la música, o mejor dicho, para el negocio musical; aun así, todavía veo vida en propuestas tan honestas y desinteresadas como la de nuestros anfitriones este día. En fin, muchísimas gracias, un año más, a La Cabaña del Tío Rock por su incombustible empuje, apoyo a esto que llamamos Rock, por su amistad con el firmante y, sobre todo... por las birras (jaja, es broma). Ah, por cierto, felicidades por la mayoría de edad radiofónica: Ya os dejan votar, entrar en locales, consumir brebajes inmundos, lo de ejem ya no es delito... en fin, todo eso que conlleva la mayoría de edad.
Bueno, al lío: Cinco bandas, nada más y nada menos, fueron las que nos amenizaron la noche. Hay que comentar que Sherpa, que estaba anunciado, se cayó del cartel la tarde anterior por no sé qué excusas que puso sobre la mesa la promotora/management. En fin... Tuvo unos sustitutos de lujo: Básico. También mencionar que durante la charla de José y Ángel, se guardó un minuto de silencio conmovedor por la tragedia del año pasado y por todos aquellos que nos han dejado este año, incluidos personajes de esta escena (Azucena, Dimebag Darrell...).

Y tras ello, la primera descarga: TONY HERNANDO, un magnífico guitarrista que nos deleitó con su clase y que lo único que echamos de menos fue que viniera acompañado por su banda (que se cayó también en el último momento). Una pena. Con tres discos a sus espaldas y colaboraciones en los discos de Mistheria y tres tributos (a Jimi Hendrix, Uli Jon Roth y Gary Moore), Tony se convierte en nuestro mayor exponente de cara al exterior. Un virtuoso que podremos ver junto a Mike Terrana y Freak Kitchen, nada menos, sobre un escenario. Todo un lujo.
Luego saltarían WAYLAND, el grupo formado por el ex-guitarrista de Beethoven R., Javier Kiercheben, en la que veíamos a otros conocidos como Francis Guerrero (teclados) o Sergio Martínez (bajo, ex–Ankhara y Mago de Oz). Con todo, nos dejaron un buen repaso a su primer álbum y ese peculiar regusto a los clásicos de la escena Heavy clásica (Accept, Judas, etc.), con un Dani (voz) que empezó dubitativo pero que al poco alcanzó un gran nivel. Olé.
BÁSICO no lo tenían nada fácil, debido a su inclusión a última hora, su set-list abreviado, etc. Pero estos chicos son un huracán, no hay quien los pare, se amoldan a todo tipo de situación y modelan la actuación a su gusto. Puro Rock’n’Roll con diferentes influencias y, sobre todo, con una puesta en escena que, a día de hoy, no la supera ni dios. Y no, no hablo de pirotecnias, muñegotes y demás zarandajas; hablo de actitud, de llevarse de calle a la gente, de diversión, de buen humor y comunión entre público y banda. Son grandes estos chicos (bueno, Arturo –voz y club de la comedia-, tú no, que eres más bien bajito, mostro... no te enfades conmigo, jaja, ¿vale? Es broma). Dos fantásticos discos los avalan, además, por si no me crees.
La cosa avanzaba, la gente cada vez más a gusto y metida en el tema, y una grata sorpresa: CUATRO GATOS. Pues sí, nos los volvimos a cruzar por estas tierras... ¡y de qué manera! Un gran show, grandes músicos y excelentes canciones. Juanmi (teclados), Joaquín (batería), Javi (bajo) y Pedro (guitarra) nos presentaron a su nuevo vocalista Alex Fracchia (un bon jovi a la uruguaya). Una sorpresa por su presencia en el escenario y su magnífica voz, limpia y cálida. Heavy con toques sinfónicos y con elegancia nos dejaron sobre las tablas. Es grato saber que tienen aún mucho que decir. Por cierto, los apellidos y las procedencias de cada uno de los músicos no hace falta que las ponga, ¿verdad?
Y, para fin de fiesta, unos que son también muy grandes: SILVER FIST. Demasiado ya para mi maltrecho cuerpo así que ni los vi... ¡Es broma! Pues no disfruté ni nada, como siempre que los veo, por otra parte. Silver (voz), Iván (batería), Dani y Nacho (hachas de las seis cuerdas madrileñas y granadinas) y José (bajo) nos deleitaron con el Heavy Metal sin aditivos del que hacen gala; con cortes de su álbum "Ave Fénix" (¿a quién se le ocurre darme el micro al sonar "En Llamas", Silver, jaja?) y algunas versiones de clásicos como Muro y Ozzy Osbourne, que fue el colofón de una soberbia actuación (a pesar de estar absolutamente jodido por la gripe Silver, ¡que aprendan algunos lo que es implicación!) con el "Bark at the Moon", en la que la banda contó a la guitarra con Tony Hernando y con José Mora y un servidor a las voces (bueno, voces por decir algo, porque cada vez que Silver Fist nos invita a cantar con ellos les hundimos el show, jaja). Un final feliz, cachondo y entrañable como se merecía la ocasión.
Un lujo de fiesta, de concierto, de conmemoración, de todo. Muchas felicidades y muchas veladas como esta más, cabañeros. El tío Rock-e sigue vivo, luchando y haciéndonos disfrutar como nunca. O como siempre, según se mire. Muchas gracias.
Texto: Juanma Martínez
Fotos: www.rockestatal.com

WITHIN TEMPTATION

4 de Marzo de 2004. Sala Macumba
Diario del Capitán Pinkiller:
Fecha: Hoy mismo.
Hora: No tengo.
Lugar: Mi cama....espera, ¡Coño!, ¡Esto no es mi cama!

Aquella vez, cuando desperté, mi cuerpo despedía humedad en demasía y había algo más de luz de lo normal. Unos focos, apuntaban a mi desfigurada cara y el sonido de unas cercanas risas de lo que me pareció reconocer como 2 jóvenes melenudos, me hizo comenzar a sospechar, que no me encontraba en mi punto de reposo habitual. Mi baja espalda y su continuación, donde vosotros lleváis el culo, (que yo ahí, llevo el reloj), se encontraba encajada sobre algo frío y con forma semielíptica....¡Ostias, si esto es un urinario! ¡Unos servicios! ¡Una Disco! ¡Malditos Amos!, ¡ya me habían vuelto a colar somníferos en el Cola Cao con galletitas de media tarde! Mas allá de las paredes y los olores del WC, se escuchaba bullicio.
Cuando pude desencajarme, encontré, en mi mojado bolsillo, (de Odín sabe qué), los restos de lo que parecía una nota escrita de un puño y letra totalmente reconocible, (sobre todo el puño), la cuál recitaba: "Viernes 4 de Marzo, 21.00 horas, Sala Macumba, Within Temptation". Miré hacia atrás para verme la hora y...¡Pero si son las 21.20!. Corrí escaleras arriba y allí pude ver como una Sala prácticamente completa esperaba que el sexteto comenzará su show. Por suerte, ellos llegaban mas tarde que yo. Con la multitud algo nerviosa y con las 10 de la noche acercándose, comenzó a sonar la intro de su nuevo trabajo, "The Silent Force" y en el momento justo en el que comenzaba el primer tema, "See Who I Am", (y como debía ocurrir), el telón que cubría el escenario, cayó y la banda comenzó su espectáculo.
La formación habitual: Robert Westerholt y Ruud Jolie a las guitarras; Martin Spierenburg a los teclados; Ruud Jolie al bajo; Stephen Van Haestregt a la batería y por supuesto Sharon den Adel a las "angelicales" voces. En el escenario, una megapantalla central donde se podían ver increíbles documentales de narutaleza de "La 2"; En los laterales, 2 estatuas aladas y una impresionante columna con grabados, que junto a algún arreglo de piedra y vegetación, convertía el lugar en un paraje, que bien parecía rescatado, de cualquier bosque imaginario descrito en un cuento de hadas. Bueno a lo mejor me he pasado un poco, pero es que cuando me lanzo.... Bueno, el caso es que los Within comenzaron a desgranar lo que es, su nuevo trabajo y al corte antes comentado le siguieron "Jillian, (I´d Give My heart)", "Angels" "Forsaken" o "Pale".
El sonido, de los mejores que he escuchado en aquella sala y la calidez de la voz de Sharon, en ocasiones, empujaba a parte mi vello a tomar la dureza de la escarpia. Y llegó uno de los momentos mas esperados de la noche, la canción con la cuál mas de la mitad de la sala que allí habitaba, conoció al grupo en cuestión, "Stand My Ground", y justo en el momento del estribillo con el público totalmente entregado.....¡Plufff!, toda la línea de sonido se vino abajo, (supongo que el cable ese con el que me enganché no tuvo nada que ver), creando la sorpresa en toda la sala, sobre todo a ellos. Por suerte Westerholt, amenizó aquellos momentos de extremo silencio con su mas que suficiente buen castellano. Restablecido el problema, la banda descargó , además de "Aquarius" o "Memories", (su segundo single), cortes de sus anteriores trabajos como "Caged", "Deceiver Of Fools", "Our Farewell", "Mother Earth", "The Other Half" o "Running Up That Hill", (versión de Kate Bush), entre otros, para acabar con la espectacular "Ice Queen". En definitiva, buen sonido, gran show y 1h.40 de concierto, que dejó a un público totalmente entregado y más que contento. Poco después, la gente circulaba hacia la salida, y yo, me encontraba allí, solo y en libertad, con una ciudad para mi disfrute. Pero claro las cosas eran demasiado fáciles. De repente, fui sobrecogido por 2 armarios roperos, que me llevaban en volandas hacía un lugar bien sabido y poco deseado. Joder! Que caras, estos tampoco son de la tierra!
Se despide, hasta la próxima, el zarandeado del...
Capitán Pinkiller

CASANOVA / ICE BLUE

12 de Marzo de 2005. Sala Ritmo & Compás
Acudíamos a la pequeña sala madrileña Mariano Palomo y un servidor, para asistir a la fiesta de la página web amiga rockangels.com, en la que iban a tomar parte los zaragozanos Ice Blue y los alemanes Casanova. Pensamos que íbamos a estar en familia, como así fue, aunque resultó ser una familia mucho más numerosa de lo imaginado, apenas 200 personas. Llegamos pasadas las nueve y ya estaban en el escenario Ice Blue, una banda zaragozana de rock melódico que, si bien demuestran ser buenos músicos, son muy sosetes sobre las tablas. Apenas se mueven del sitio, lo que unido a canciones sin chispa hace que resulten más bien aburridos. Y por cierto, el inglés hay que pronunciarlo bien, sino no hay nada que hacer.
Sobre las 22:30, casi tres cuartos de hora después de que acabaran Ice Blue, saltaban a escena Casanova, una banda que pisaba por vez primera tierras españolas y que casi con toda seguridad será la única vez que les veamos. Su escaso set list, apenas una hora y diez minutos, se basó en sus dos primeros discos, "Casanova" y "One night stand", y en el último "All beauty must die", del que eligieron encima las más modernitas. De este modo sonaron "Don’t Talk About Love", con la que abrieron, "Love Lies", la marchosa y bien recibida "Hollywood Angels", "Burning Love", "Wake Up!", la pausada "One of These Days", "The Doctor Is In" o la nueva "Happy". También hicieron un pequeño set acústico en el que destacó "Seal It With a Kiss". Por encima de todos estuvo el líder de la banda Michael Voss (ex-Mad Max, Bonfire, Demon Drive), que cantó de maravilla y también hizo lo suyo con la guitarra; Michael Eurich (ex-Warlock), demostró ser un baterista de lo más normalito, pero también cómo hay que darle de fuerte (de hecho, en el segundo tema de la noche se cargó el pedal de bombo y tuvieron que parar para arreglarlo). El guitarrista Stephan Neumeier se mantuvo en un discreto segundo plano al igual que el bajista Jurgen Attig, Los puntos negativos del concierto fueron varios: en primer lugar se hace realmente extraño que nadie haga coros, cuando en sus discos son parte fundamental; sólo en algunos temas, principalmente los nuevos, llevaban samplers, lo que obligaba al baterista a tocar con cascos y claqueta, lo que le jugó una mala pasada en un tema. En segundo lugar la duración del concierto; para el que pagara los 18 euros que costaba la entrada, ver a la banda tocar como cabeza de cartel la ridícula cifra de 70 minutos, le tuvo que sentar como una patada en...sí, ahí!. Y en tercer lugar, y lo que más delito tuvo, es ver por el recinto a nada menos que Doro Pesch, que la presenten al público y que no la suban al escenario ni a cantar una frase; podía haber sido el punto álgido de la noche y, quizás, lo que hubiera salvado el pobre concierto ofrecido. En fin, que nos quedamos con las ganas. Eso sí, me hizo ilusión ver juntos tan amigablemente a Doro y Eurich, los dos únicos miembros que estuvieron en Warlock desde el principio hasta el final de la banda. En definitiva, que no estuvieron mal pero que hay que exigirle a los guiris más profesionalidad. Una pitada, de haberse producido, no hubiera estado fuera de lugar, sobre todo pensando que cuando lo hacemos los grupos de aquí, que encima cobramos mucho menos que ellos, se nos exigen precios de entrada irrisorios y conciertos de dos horas. ¡Hay que joderse!
Texto: Antonio Alcoba
Foto: Mariano Palomo

SEBASTIAN BACH

Viernes 10 de diciembre de 2005. Sala Macumba


A priori no parecía un mal plan para pasar la tarde de un viernes. Así fue como quien escribe decidió asistir al concierto del que en su día fuera cantante de Skid Row, aparte de querer ver a quien también fuera (hace largo tiempo…) uno de los más guapetones de este mundillo. A eso de las ocho de la tarde abrieron las puertas de la sala aunque quien remite decidió no entrar a ver la actuación de RAM, en este caso los artistas invitados, porque la idea de tener que pedir algo de beber dentro de Macumba y arruinarse fue suficiente como para esperar tomando algo fuera. Cuando entré en el interior del recinto RAM estaban acabando su actuación…por lo que vi, estos chicos se dedicaban a dar caña burra con una estética que recordaba mucho a Iron Maiden.
Después de que los teloneros abandonaran el escenario y los técnicos acabaran de dar los últimos retoques a los equipos de sonido, una intensa humareda cubrió el escenario. Y entre humo y chillidos la banda de SEBASTIAN BACH saltó a escena. Dicha banda estaba compuesta por Ralph Santolla a la guitarra, Steve DiGiorgino al bajo y Mark Prator a la batería. Abrieron con "Slave to the Grind" con lo que más de uno no pudo parar de menear la cabeza (que dolores de cuello al día siguiente). Siguieron con "Big Guns" tema que abría el disco de debut de Skid Row. Después de saludar al público y demás gestos tradicionales ("Hello, Madrid!", etc.), continuaron con un tema perteneciente a la carrera en solitario de Sebastian llamado "Always and Never the Same". Esto me sorprendió mucho porque durante semanas había escuchado en cierto medio que el repertorio se iba a restringir a temas de Skid Row….Bueno en todo caso no estuvo mal, lo cierto es que pensaba que iba a cantar todavía peor, esto no quiere decir que pudiéramos escuchar la maravillosa voz que recuerdas cuando piensas en Sebastian Bach (que buenos son todos cuando escuchas el disco en casa), pero el muchacho se defendió más que dignamente. Las siguientes en sonar fueron "Frozen" de su "Subhuman Race", "Piece of Me", "You Bring Me Down" que por lo visto es un adelanto de un nuevo disco y "Here I Am". Con los primeros acordes de "18 & Life" se me pusieron los pelos como escarpias, este tema fue de los que más satisfecha me dejaron en toda la noche.
Hay que destacar la gran compenetración que tenían Santolla y Bach, quienes no pararon de hacerse carantoñas durante todo el concierto. Creo recordar que después de este tema sonó "Rock ‘N’ Roll" aunque no puedo recordar si fue este tema u otro perteneciente a un disco en directo llamado "Bring ‘Em Bach Alive!". La siguiente canción elegida fue "The Threat" que fue el preludio de la increíble "In a Darkened Room" con la que más de una derramó algún lagrimón…
Con esto parecía imposible pero se iba acercando el final del show. "Monkey Business" acabó por rendir al público a los pies del yanqui. Lo cierto es que aquello estaba abarrotado de seguidores acérrimos de Skid Row. La parte más emotiva del concierto llegó cuando la banda quiso hacer un pequeño homenaje a Dimebag Darrell, fallecido recientemente, interpretando el "Walk" de Pantera. Por lo que me comentaron Sebastian derramó más de una lagrima cantando este tema, algo curioso ya que para mi fue uno de los que mejor sonó en toda la noche. Y con esto y sin bizcocho, llegamos a los bises. Los elegidos fueron "I Remember You" y "Youth Gone Wild" como era fácil de prever. La mayor sorpresa creo que para toda alma que asistió al evento fue la de mirar el reloj y darse cuenta de que… ¡¡el concierto sólo duró unos 70 minutos!! A mi me pareció una tomadura de pelo, la gente había pagado 24 € por ver un espectáculo digno, no por "medio" espectáculo digno. En fin, esperemos que la próxima vez que Mr. Bach visite nuestro país, las malas lenguas afirman que tocará en algún festival de verano, se deje el taxímetro en casa. Por lo demás, perfecto. Al salir de la sala saludó y firmó autógrafos en la medida de lo posible (la seguridad debía pensar que escoltaba a un equipo de fútbol) saliendo quien remite estas líneas muy bien parada…. Una noche muy interesante, si señor.
Ana Ouro

SARATOGA / METAL MARENY

15 de Enero 2005. Sala Divino Aqualung.
Nada mas llegar a la puerta se pudo ver que Saratoga es un grupo para todos los públicos pero sobre todo para la gente joven. Llegue tarde a esta cita con el heavy metal y no pude ver al artista invitado, los levantinos Metal Mareny, de los cuales solo pude escuchar el ultimo tema que tocaron, pero la realidad es que no me fije en la cuestión musical solo pude ver esas pintas que me llevaban los pobres en especial al que iba con un tanga de cuero. Creo que con eso lo he dicho todo de Metal Mareny. Si, la sala ya estaba a rebosar, un servidor se encontró mucho más apretadillo, y es que fue terminar el espectáculo de Metal Mareny y en la sala ya no entraba ni una sola persona más.
En ese momento en el que estaba intentando hacer un hueco para poder botar bien a gusto, cuando empiezo a oír unos acordes de guitarra realmente buenos, me levante y estire el cuello para ver quien era, y pensé "Joder tienen nivel hasta los que prueban los instrumentos", y así era, un chaval que por unos momentos, cuando la gente estaba cansada de tanto agobio, con la guitarra que seguidamente tocaría Jero, nos hizo botar un poquillo. La gente ya estaba muy impaciente y todos estábamos pendientes del momento en el que se apagasen las luces y comenzar a botar como locos. Y ese momento llegó, se apagaron las luces y comenzó a salir humo, y entre todo ese humo salieron ellos, a los que todo el mundo esperaba, Saratoga.
Su formación por si alguien todavía no se la sabe: Daniel Pérez, a la batería; Niko del Hierro, al bajo; Jerónimo Ramiro, a la guitarra, y por último Leo "la Bestia" Jiménez a la voz. Abrieron el concierto con el poderoso tema "Vientos de guerra", y con este el enloquecimiento del público, que la cantó de PE a PA. Siguieron con temas como "San Telmo 1940" y "Perro traidor". Todo el mundo cantaba y saltaba, menos el grupo de chicas que tenía detrás, las cuales solo eran capaces de decir "Pero que guapo que es" (refiriéndose a Leo, claro).
Pasaban los minutos y la gente se asaba así que se rebeló y pidió al grupo agua, y no la tuvimos que volver a pedir ya que cada dos por tres nos lanzaban botellas de agua…¡muchas gracias, en serio! El grupo animaba y el publico respondía, se notaba que se lo estaban pasando bien en el escenario, pero llego un momento raro en el que la gente no supo lo que paso, dentro de esa gente me incluyo yo, ya que todavía le sigo dando vueltas. Leo anunció un tema del ultimo disco, "Lejos del tiempo", empezaron a sonar los acordes y la voz de Leo no sonó cuando debió sonar y siguieron tocando los acordes de dicha canción, lo que dio paso a un solo de Niko y Dani que entretuvieron al público mientras Leo y Jero hablaban a un lado del escenario. Espero que no fueran palabras subidas de tono ni nada por el estilo, solo que quedara en una simple confusión y ya esta.
El concierto siguió y como no, los problemas con el sonido llegaron, caso habitual en los conciertos de Saratoga, hubo problemas con la guitarra de Jero cuando se disponían a cantar los temas en acústico, los cuales tuvieron como colofón la impresionante balada del ultimo disco "Si Amaneciera", momento en el que las chicas de detrás no solo ya decían "Pero que guapo es", sino cosas que no quiero mencionar por si algún menor esta leyendo esta critica. Volviendo al aspecto musical, no solo hubo problemas con la guitarra de Jero sino que desde ese momento se escucho un intenso eco, que no empaño la actuación del grupo pero resulto bastante molesto.
Guardaron las baladas y volvieron a meter caña que sinceramente es lo que más me gusta de este grupo, tocaron el impresionante tema "Las puertas del cielo", tema que si no hubiesen tocado, me habría vuelto muy cabreado a casa. Temas también como "Con mano izquierda" y "Heavy metal", los cuales el público coreó una y otra vez dirigidos por un magnífico Leo que estuvo genial con su voz. A continuación vino un medley de temas más antiguos como "Loco", "A sangre y fuego", "Rojo fuego",… aprovechando la edición de su último trabajo en el cual repasan toda la historia del grupo dándonos a conocer cosas inéditas que el grupo tenía guardadas. En mi opinión, sino hubiese estado cercano esta edición no le habrían dado tanta importancia a estos temas, pero bueno lo hicieron y es lo que importa. Tal vez me quedé con ganas de escuchar el tema "Mi ciudad" uno de mis favoritos, pero a continuación vino el tema estrella del concierto, seguro que mucha de la gente que estaba allí pago la entrada solo para escuchar esa canción, me refiero a "Maldito corazón" ese potente tema incluido en "El clan de la lucha".
Como no el grupo tuvo su recuerdo a las víctimas del 11-M, del cual me alegro y espero que nunca se olvide (¿¿se nota que soy de Vallekas??). Despidieron pero la gente quería más y salieron, vamos que si salieron, no me había imaginado ni en mi sueño más remoto que iban a terminar el concierto de esa manera, fue apoteósico. Nos hicieron votar con dos versiones apoteósicas en las que Leo estuvo tremendo, nunca le había escuchado cantar tan bien. Las versiones fueron "Enter Sandman" y el famoso "Painkiller", en ese mismo momento se pudo notar la falta de cultura musical en la sala y eso que son dos clásicos, pero eso daba igual, yo las cante más fuerte que nadie. Y el ultimo tema no podía ser otro que "A morir" temazo potente del disco "Agotaras" y que la gente lo agradeció muchísimo. Y eso fue todo…NO, no fue todo, un consejo, no dejéis las cosas en el ropero, además de caro, fue más larga la espera para conseguir la chupa que el concierto. Aún así no me quejo, mereció la pena y mucho. ¡¡Gracias Saratoga!!
José M. Ouro