31 agosto 2005

JUDAS PRIEST / BARÓN ROJO

12 de Abril de 2005. Palacio Vistalegre

Siempre es una putada que un evento de esta índole se celebre un día de diario. La gran mayoría llegó por los pelos, o simplemente tarde, a causa de los trabajos. Y no hablemos del aparcamiento. Por eso manteníamos la vana esperanza de que el comienzo no fuera muy puntual. Cuando, a las 19:40, cinco minutos antes de la hora anunciada, desde fuera empezamos a oír el comienzo de "Incomunicación", tuvimos que entrar embalados. Una vez dentro, pudimos comprobar que los Barón Rojo estaban sufriendo todos los inconvenientes de abrir para un grupo del calibre de Judas. Casi todo el escenario ocupado (y tapado) por el montaje de los británicos, cuatro luces que maldita la falta que hacían porque todavía era de día, el aforo a medio llenar, y un sonido enloquecedor. En esta plaza de toros siempre se oye mejor en unos sitios que en otros. Los que estábamos en la pista de arena no nos llevamos la mejor parte. Paradójicamente, si afinabas el oído te dabas cuenta de que en realidad el sonido no era malo. Cada instrumento en su justo lugar. Lo que fastidiaba todo era un tremendo eco horriblemente molesto. Con todo, el balance final no dejó de ser positivo para los barones. Muy pocas bandas estatales no habrían dado lo que fuera por ocupar su sitio aquella noche. Se vieron obligados a tocar muy poco tiempo, fue el concierto más corto que les recuerdo, con la salvedad de su magistral colaboración en nuestra fiesta el pasado año. Por este motivo, en vez de comerse los sesos eligiendo su repertorio, no se complicaron, y aprovechando que a la semana siguiente salía a la venta la nueva edición de "Volumen Brutal", lo fusilaron completo, menos "Dame la Oportunidad". La única excepción fue la siempre entrañable "Cueste lo que Cueste". Lo curioso fue el orden de los temas. "Los Rockeros Van al Infierno" que hacía tiempo que no tocaban y que solían dejar para el final, fue la segunda, y "Resistiré", también muy adecuada para terminar, cayó por la mitad. No podemos evitar hablar de la incorporación de Pepe Martos. Después de casi siete años con Vale, aún se nos hace un poco raro no verle en el escenario, pero hay que decir que, aparentemente, el acoplamiento de Pepe ha sido perfecto. No pudimos detectar ningún error por su parte, ni el más mínimo fallo de sincronización con el resto del grupo. Armando, como siempre, incansable, mientras Ángel y Carlos funcionan con la profesionalidad habitual. Las malas condiciones no pudieron ensombrecer su actuación, que se iba animando más y más conforme se llenaba el recinto. Quizá los momentos más álgidos fueron "Hermano del Rock And Roll" y "Concierto para Ellos", ya en la recta final. A las 20:30 finalizó su tiempo tras "El Barón Vuela Sobre Inglaterra". No faltaron los improperios de cabreo ni los gritos de "¡Barón!, ¡Barón!, ¡Barón!" cuando se empezó a desmontar su equipo. Pero, las cosas como son, todos sabíamos que no les iban a dejar mucho.
Nacho Jordán

Y llegó el momento ansiado, tras casi quince años de ausencia de la alineación más gloriosa de Judas Priest, por fin volvíamos a tenerlos sobre un escenario madrileño. Puntualidad absoluta, a las 9:00 luces fuera, telón abajo y los primeros acordes de "The Hellion" empezaron a ponernos los pelos de punta para abrir lo que iban a ser dos enormes horas de auténtico heavy metal de la banda más grande del género. Comenzaron exactamente igual que en su actuación del pasado año en Valencia, con Halford apareciendo del enorme ojo eléctrico situado tras la batería y cantándose todo el "Electric Eye" desde la pupila del mismo mostrando toda su majestuosidad y acompañado por un sonido sorprendentemente bastante bueno (tratándose del recinto en el que nos encontrábamos), a pesar de algunos ecos, desde los bombos de la batería de Scott Travis que volvió a estar a gran nivel, sólido y técnico como pocos. La labor de las guitarras estaba fuera de toda duda, KK Downing y sobre todo con mayor protagonismo Glenn Tipton, estuvieron brillantes y cañeros, además de gozar de un sonido limpísimo, e Ian "Bisagra" Hill siguió demostrando que no hace falta darse muchas carreras ni pegar muchos saltos para aportar su contundencia y saber hacer desde sus cuatro cuerdas s golpe de cadera, no se ha movido nunca y no iba a empezar ahora. En cuanto al set en sí no se alejó mucho del que ejecutaron el pasado año, incluyendo evidentemente cortes de su último trabajo "Angel of Retribution" (cuatro concretamente) y recuperando algún que otro clásico que hacía tiempo no descargaban en directo."Metal Gods" volvió a caracterizarse por los movimientos robóticos de Halford, mientras bajaba las escaleras del escenario demostrando su clase y carisma, además de un nivel vocal incluso mejor que el año pasado y con más soltura y acoplamiento con el resto de la banda, ha costado, pero parece que han conseguido olvidar hisotrias pasadas y vuelven a ser la gran banda de siempre, no cuatro por un lado y otro por otro. Llegó una de las primeras sorpresas de la noche, "Riding On The Wind", de su maravilloso "Screaming For Vengeance", con las voces mucho más agresivas y cortantes, sonando más a lo "Painkiller", algo que me sorprendió y fue de lo que menos me gustó del concierto. Por contra "The Ripper" y "A Touch Of Evil" supusieron dos de los momentos álgidos antes de presentarnos dos de sus nuevos temas, "Judas Rising" que sonó brutal con Halford alzado en una plataforma tras los tambores con un bonito efecto de fuego a sus pies y con un nuevo telón con la portada del disco; y el primer single "Revolution" que hicieron bastante más heavy y directa que en el disco, prescindiendo de los coros psicodélicos. Vuelta al pasado con "Hot Rockin’" otro de los temas recuperados para la ocasión y de los más coreados desde el público, al igual que la inevitable "Breaking The Law". "I’m A Rocker" supuso un pequeño respiro para dar paso a l maravillosa "Diamond And Rust" que hicieron acústica como viene siendo habitual últimamente y que, personalmente, me gusta más en su versión eléctrica. Nueva incursión en las novedades con su, a mi juicio, mejor tema de "Angel Of Retribution", "Deal With The Devil", que sin sonar todo lo redonda que hubiera sido deseable, sí llegó con fuerza a la concurrencia. "Beyond The Realms Of Death" vovlió a ser magnífica con toda una clase de saber hacer y de técnica guitarrera a cargo de Glenn Tipton, con el escenario coronado por las ya famosas bolas de espejos de los 70s. Pero para mí el momento cumbre del show fue "Turbo Lover", puso aquello patas arriba, ¡como la cantó Halford, como sonó de sólida y de rotunda!, con la gente entregada al máximo y con un punto más de dureza que seguramente hizo de ella el himno oficial de la noche (con las barbaridades que se han dicho de un discazo como "Turbo"). "Hellrider" nos devolvió a la actualidad y sonó realmente bien, con ese aire al "Painkiller" que sonaría justo antes de los bises intensa como siempre, pero algo bajada de tono para que la voz no se resintiera en exceso. Algo que hubiera sido normal tras la exhibición que se marcó Mr. Hlaford justo antes con "Victim of Changes" y "The Green Manalishi" que fueron sencillamente obras de arte, increible despliegue vocal, instrumental y de carisma a cargo de toda la banda, junto con "Turbo Lover" lo mejor. Sin apenas descanso volvieron para acabar de satisfacernos con sus bises habituales, "Hell Bent For Leather" que Halford se cantó íntegramente subido encima de su mítica Harley con el enésimo cambio de vestuario, a cual más espectacular y llamativo, seguido de súper festiva y coreada "Living After Midnight" y de la traca final "You’ve Got Another Thing Comming" que cerró de forma gloriosa una actuación memorable. Muchos dirán que Judas han vuelto por dinero, que van cada uno por su lado (desde luego en esta actuación no lo podrán decir), que son siempre lo mismo, pero qué queréis que os diga, mientras sigan dejandonos noches como esta para el recuerdo me importa bien poco la pasta que se saquen, ¿o acaso alguien sería capaz de hacer por la cara lo que hace Judas? En fin, me imagino que habrá opiniones para todos los gustos, pero creo que ahora sí, los mejores Judas han vuelto y parece que no tienen prisa en volver a irse, ojalá sigan así.
Mariano Palomo